8 de noviembre de 2021

La bajada de impuestos de Madrid no es mayor para los que menos ganan

 

La semana pasada la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció a bombo y platillo una rebaja del Impuesto de la Renta. Cómo se ve en la nota de prensa, la rebaja es sencilla de explicar, ya que solo toca un elemento del impuesto, el tipo aplicado, es decir, el porcentaje que se aplica a la base imponible del impuesto para calcular la cuota íntegra, que baja un 0,5% para todos los contribuyentes.

Inicialmente uno podría pensar que una bajada del 0,5% del tipo significaría que todo el mundo vería disminuir su impuesto un 0,5% de su renta. Si una persona gana 15.000€ al año, su impuesto bajaría en 75€, y si gana 50.000, bajaría 250€. Sería una bajada de impuestos proporcional para todos los contribuyentes, equivalente a subir los ingresos a todo el mundo un 0,5% de su renta bruta. Pero no es así en realidad: la bajada de impuestos es mayor (en relación a su renta) para las personas que ganan más, como explicaré más abajo.

Pero lo más divertido es que la Comunidad de Madrid ha vendido la subida diciendo justamente lo contrario.Copiando más o menos literalmente una frase de la nota de prensa de la comunidad, diferentes medios repetían algo como esto, que aparecía en La Vanguardia:
... supondrá un ahorro de más de 334 millones de euros, con mayor impacto entre las rentas más bajas, de más de un 5,5%, mientras las rentas más altas se estima que será del 2,4%. 
Algo muy similar aparecía en Abc. Y el 20 Minutos llevaba ese aspecto incluso a su titulares de portada:
 

 
 
 
 
¿Cómo es esto posible? La explicación es que el cálculo del ahorro lo hace la comunidad no en relación a la renta del contribuyente, sino en relación al IRPF que pagaba antes.
 
El ejemplo preciso de la nota de prensa es este:
...para un contribuyente soltero, sin hijos y menor de 65 años, con una renta bruta de 20.000 euros, supondrá un ahorro del 5%. Si su retribución bruta es de 32.000 euros, tendrá un impacto del 4,35% y si fuese de 60.000 euros, del 3,42%.
Las cuentas están mal (luego explico por qué), y sobreestiman el ahorro para todos los contribuyentes. Pero en todo caso, la cuenta está hecha sobre lo que pagaban antes. Y claro, como los que ganan más pagan un porcentaje más alto de su renta, si se hace una rebaja que es proporcional a la renta, el ahorro sobre lo pagado, es proporcionalmente menor. En concreto, por ejemplo, para esos niveles de renta, la cuenta (mal hecha) de la comunidad es que el contribuyente que ganaba 20.000 euros paga actualmente, de IRPF autonómico, 1.966 euros (un 9,83% de su renta), y pasaría a pagar 1.866 (100 euros menos, un 0,5% de su renta, pero un 5,1% de lo que pagaba); en el otro extremo el que ganaba 60.000 euros pagaría hasta ahora 8.780 euros (un 14,6% de su renta) y pasaría a pagar 8.480 (300 euros menos, el 0,5% de su renta, pero un 3,42% de lo que pagaba).

Así, un ahorro proporcional del 0,5% de su renta se convierte, en "un ahorro mayor para los que menos ganan". A mi juicio es una presentación claramente engañosa. Lo relevante es comparar cuál es la renta antes y después de la reforma, no cuál es el impuesto.

Pero además es que la estimación tiene otro error importante: la comunidad no ha tenido en cuenta que en el impuesto de la renta, antes de aplicar el tipo, se hacen una serie de reducciones sobre los ingresos. Concretamente, a todos los trabajadores se les descuenta lo que pagan a la Seguridad Social, más una cantidad fija de 2.000 euros.Y luego, a todos los declarantes, en la parte general del impuesto, se les reduce la base imponible por lo que se llama mínimo personal y familiar. Para un contribuyente soltero la reducción es de 5.550 euros.

Aplicando esas reducciones a los supuestos de la nota de prensa la base imponible bajaría (en un cálculo aproximado) de 20.000 a 11.510 euros, de 32.000 a  22.946 euros, y de 60.000 a 49.630 euros. Es sobre esa base imponible sobre la que se aplican los tipos del impuesto, y sobre la que se aplicaría la reducción proporcional del 0,5%. Pero fíjense que la base imponible es mayor, en relación a la renta, cuanto mayor es esta. Para el que gana 20.000 euros, la base imponible de 11.510 euros es un 58% de su renta, para el que gana 32.000 euros la base imponible de 22.946 euros es un 72% de su renta, y para el que gana 60.000 euros la base imponible de 49.630 euros es un 83% de su renta.

Por tanto, la reducción del 0,5%, que se aplica sobre la base imponible, representaría un 0,29% (el 0,5% del 58%) de la renta de la persona que gana 20.000 euros; un 0,36% de la renta del que gana 32.000 euros y un 0,415% de la renta del que gana 60.000 euros. Cuanto más ganas, más recibes de esta rebaja de impuestos, en euros, y en proporción a tu renta. 

Todavía más, si tenemos en cuenta también el impuesto estatal, y calculamos la ganancia no sobre la renta bruta, sino sobre la renta neta (lo que gana cada una de estas personas, descontada la Seguridad Social y el propio impuesto de IRPF), los porcentajes son aún más favorables a los que más ganan. El aumento efectivo de la renta neta sería aproximadamente de 0,34%, 0,45% y 0,60%, respecto a sus rentas netas actuales. 

En definitiva, la renta después de impuestos, con la reforma propuesta por Díaz Ayuso subiría más, no solo en euros, sino en proporción a lo que ganan, para las personas que más ganan. Pero la comunidad lo presenta como si fuera al revés. Y casi todos los medios lo contaban así, publicitando un engaño.

5 comentarios:

  1. Siento discrepar profundamente de su análisis, ya que en el resto de las ocasiones es siempre muy acertado.
    - El titular dice claramente que lo que se reduce es el impuesto, no dice que se incrementa la renta neta (que obviamente también).
    - Esta reducción del impuesto es proporcionalmente mayor para los que menos impuesto pagan.
    - Esto es consecuencia de aplicar una bajada lineal de la misma cantidad de puntos porcentuales a un impuesto que es progresivo (los tipos son más altos conforme aumenta la base imponible).
    - Dejando al margen el tema de si este cambio de tipos provoca un aumento o disminución de la recaudación, y por tanto si la calidad de los servicios públicos se ve afectada, cualquier reducción contante en puntos porcentuales en un impuesto progresivo lo hace aún más progresivo, es decir, beneficia más al más pobre.
    - Es fácil comprenderlo viendo los casos extremos. Si aumentamos el tipo impositivo de todos los contribuyentes en, por ejemplo, 40 puntos porcentuales (+40%), el impuesto será más “plano” (menos progresivo), habrá poca diferencia relativa entre el tipo que pagan los pobres y los ricos. Todos pagan mucho, el rico paga más, pero el pobre paga también mucho.
    - En cambio, si reducimos los tipos en 10 puntos porcentuales (-10%), los pobres no pagan prácticamente nada, y todo lo pagan los ricos. El impuesto es más progresivo.
    Su análisis viene a decir que no hay una redistribución de rentas, que los pobres no pasan a ganar proporcionalmente más. Pero es que, como le decía al principio, no se pretende eso. Se trata de que la “factura” que cada contribuyente paga, en forma de impuesto, se vea disminuida en un porcentaje mayor para los pobres que para los ricos. Y eso es cierto.

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    1. La respuesta tiene varias partes:
      - Como he explicado la bajada del impuesto no es proporcional, del 0,5% de la renta para todos. El tipo efectivo bajaría, para los ejemplos explicados, un 0,29% de la renta del contribuyente con menos ingresos, y un 0,415% de la renta del contribuyente con más ingresos.
      - El titular y las distintas frases dicen que la bajada tendrá "un mayor impacto" en las rentas más bajas. Hablando de un impuesto sobre la renta, y de su "impacto" lo lógico es pensar en cómo cambia, precisamente, la renta de la gente. Si la renta del que gana menos crece menos que la renta del que gana más (en proporción) es engañoso decir que la bajada de impuestos tiene mayor impacto en el que gana menos.
      - Mírelo al revés. Una reforma que subiera el tipo del IRPF 0,29% al de 20.000 eruos y 0,415% al de 60.000. ¿Diría usted que es una subida que tiene mayor impacto sobre el primero? ¿Necesita usted, para responder, saber cuál era el tipo efectivo de cada uno? No, no lo necesita. La respuesta correcta es que esa reforma subre menos el impuesto al más pobre. Aunque al pobre le hayan subido su tipo efectivo, supongamos, del 5% al 5,29%, y al rico le haya subido del 30% al 30,415%. Es igual, al rico le han subido más los impuestos que al pobre.
      - La clave para mí es que hablamos de un impuesto, que es, por definición, una proporción de la renta. La base lógica para la comparación no es lo que se pagaba antes, sino la renta sobre la que se calcula el impuesto. Es como si alguien dijera que en un país con un 5% de paro, donde el paro sube 0,5 puntos el paro ha subido más que en un país con un 15% de paro, donde el paro ha subido un punto, porque 0,5/5 es más que 1/15. Es que la base correcta para la comparación no es cuánto paro había, sino la población activa. Una mayor proporción de la población del segundo país ha pasado a estar en el paro, y eso significa que "el paro ha aumentado más" en el segundo país.
      - Para mí, con un impuesto que es una proporción de una renta, la discusión de si sube más o menos ha de hacerse en proporción a la renta. LLevado al absurdo, y mirando valores extremos, imaginemos una reforma que a cierto grupo de personas, que pagaban una cantidad muy baja (un 3% de su renta) le exime totalmente de pagar. Y a otros que pagaban el 40% les baje el impuesto al 30%. Con el razonamiento de la Comunidad de Madrid diríamos que la bajada beneficia muchísimo más a los primeros (el impuesto ha bajado un 100%), que a los segundos, a los que solo les baja un 25%. Pero a los primeros su renta les va a aumentar 3/97=3,1%; en cambio a los segundos les va a aumentar 10/60=16,7%. Para mí es claro que la segunda cuenta es la relevante, y en ningún caso se podría decir que esa bajada de impuestos beneficia más, o "tiene mayor impacto" en los primeros contribuyentes que en los segundos.

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    2. Siento discrepar con usted. Le contesto a sus apartados, numerados (en dos bloques, porque el editor no me permite más).
      1.- De acuerdo. No obstante, hay que recordar que las reducciones lineales de la base imponible hacen el impuesto aún más progresivo, lo cual incrementa el efecto de lo que quiero exponer a continuación.
      2.- Usted dice que “hablando de un impuesto sobre la renta, y de su impacto lo lógico es pensar en cómo cambia la renta de la gente”. Para mí, esta es la madre del cordero. El sintagma “impuesto de la renta” tiene dos sustantivos: impuesto y renta. Usted se fija en la palabra “renta”, yo me fijo en la palabra “impuesto”. El propósito fundamental y básico de un impuesto de la renta no es redistribuir renta sino sufragar los gastos comunes. El impuesto es un coste, y en mi opinión, cuanto más te reduzcan proporcionalmente ese coste, mejor es esa reforma para ti. Hay que fijarse en cuánto ahorra cada uno en ese gasto, y no en cuanto pasan a ganar, porque ese no es el fin del impuesto.
      3.- En su contraejemplo, sus cálculos son correctos, pero concluye erróneamente que esa subida perjudica proporcionalmente más al rico. Ello es consecuencia de fijarse en que efectivamente el incremento porcentual para el rico es mayor, lo cual sería relevante si los tipos originales fueran los mismos, pero no si el tipo del rico es mucho más alto que el del pobre. En concreto, antes de esa subida el rico pagaba 6 veces más impuestos que el pobre (30/6), y después de la subida esa proporción baja a 5.75 (30.415/5.29). El impuesto se ha hecho menos progresivo. Eso siempre perjudica al pobre y beneficia al rico.
      4.- El ejemplo del paro no es válido. Omite la idea de progresividad, que sí tiene el impuesto de la renta. Si por alguna norma extraña, se estipulara que el país A debe tener un porcentaje de paro del 5% y el país B el 15%, y si se propusiera cambiar esa norma para que pasasen a ser 5.5% y 16%, respectivamente, el país B vería “amortiguado” su agravio. Expresado en la versión “positiva”: si el cambio de norma estableciera que los nuevos índices de paro han de ser 4.5% y 14%, ambos países se benefician, pero el agravio hacia el país B aumenta.

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    3. (continuación a la contestación anterior)
      5.- El ejemplo extremo que usted expone no me parece correcto, pues habla de una rebaja del 3% para el pobre, y del 10% para el rico. Eso no es equivalente a lo que se ha indicado al principio. Más lógico sería hablar de una rebaja del 3% y del 4.3%, respectivamente. Déjeme cambiarlo. Variarán los resultados, pero aun así se mantiene parte de la filosofía que pretende usted trasladar. Con esa reforma, los pobres pasan a no pagar nada. El impuesto se les ha reducido en un 100% (tal como usted dice). A los ricos se les ha bajado el impuesto un 4.3/40 = 10.75%.
      La renta de los pobres sigue aumentando lo que usted dice, un 3/97= 3.1%. La de los ricos aumenta un 4.3/60=7.17%. Y ahora viene la pregunta, ¿quién sale beneficiado de esta reforma? Visto desde la óptica del impuesto, claramente se benefician más los pobres. Para ellos la rebaja de la factura es del 100%, mientras que para los ricos es solo del 10.75%. Y visto desde la renta, es cierto que aparentemente no hay una redistribución de renta, en el sentido de que los ricos no transfieren directamente dinero a los pobres, pero los pobres salen claramente beneficiados, porque esa transferencia de renta sí se produce, de manera indirecta, a través de todos los servicios públicos que en ese caso pagarán solo los ricos, y que los pobres usarán sin pagar nada.
      Imagine que un grupo de amigos se va de cena. Acuerdan pagar en función de la renta de cada uno, con unos porcentajes iguales a los de nuestro ejemplo. Tras la cena, viene el camarero y dice que la casa les aplica una bonificación. Supongamos que acuerdan repartirla como en este ejemplo: los comensales que ganan menos no pagan nada, y los que ganan más reducen el porcentaje de lo que paga. ¿Cree usted que tiene sentido afirmar que esta rebaja beneficia más a los comensales más ricos porque su proporción de renta neta ha mejorado? No, claramente beneficia más a los más pobres, que no tienen que pagar nada por una cena que pagan otros.
      P.D.: Mis observaciones son solo de carácter “técnico”. No digo que esta reforma sea buena o mala, ni que los pobres deberían pagar menos o más. Simplemente quiero decir que esta reforma, en mi opinión, hace que la “factura” del impuesto baje proporcionalmente más en los pobres que en los ricos.

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  2. No veo el engaño. A mí me parece que está claro lo que están diciendo. Se podría discutir si deberían dar el otro dato o qué dato es más interesante, pero engaño no hay.

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