Más de un 10 % de la población más jóven presenta síntomas claros de obesidad, a los que hay que sumar otro 12% que tiene problemas de sobrepeso, según los estándares médicos. En total, suponen prácticamente uno de cada cuatro de los escolares vascos. Pero, en el otro extremo, otro 15,5% -uno de cada seis- se sitúa en niveles preocupantes de delgadez, con un peso por debajo del que debiera ser normal a su edad. Entre unos y otros suman el 40%, casi la mitad de los encuestados, un dato alarmante.Lo que es alarmante es el descaro con el que se redondea: los tres porcentajes suman 37,5 (poco más de un tercio) y se redondea hasta "la mitad".
Pero es que, además, se están metiendo en el mismo caso cosas muy distintas, como si todas fueran enfermedades que, dice el titular, se "sufren". Aunque la noticia no lo dice, parece claro que "obesidad", "sobrepeso" y "delgadez" sean etiquetas basadas en el Índice de Masa Corporal (una relación entre altura y peso). Este índice aparece citado en la página de la Caja Vital (la patrocinadora del informe), donde no he encontrado el informe presentado estos días, pero sí otro similar sobre la población adulta (Sección Campañas Escolares, Salud@ la vida, de la página de la Fundación). Según la propia Caja Vital, para adultos (no sé si el índice es el mismo para jóvenes) se considera obeso al que tenga un IMC de más de 30, con sobrepeso al que tenga de 25 a 30, con peso normal de 18,5 a 25, y delgados a los que tengan menos de 18,5 (el IMC se calcula dividiendo el peso en kg. entre la altura en metros al cuadrado). Para que se hagan una idea, una persona de 1,70 metros de altura, estaría delgada si pesara menos de 53,5 kilos, tendría sobrepeso a partir de los 72,2 kilos, y sería obesa a partir de 86,7 kilos.
La conexión entre esas etiquetas y los problemas de salud no es en absoluto clara, y desde luego, no es lineal. Mientras que la obesidad severa (a partir de IMC 40) es probablemente, en general, una condición no deseable, que reduce la calidad de vida, y está asociada a algunas enfermedades (aunque la causalidad, si existe, muchas veces no está probada), las conexiones entre la obesidad moderada y las enfermedades son tenues, y las que existen entre el "sobrepeso" y la salud son prácticamente inexistentes. Incluso algunos estudios muestran que las personas con sobrepeso tienen mejor salud que las personas "normales". Todo ello se debe a que la relación entre peso y salud no es lineal: por cada kilo de más la salud no es un poquito peor. Mi amigo Wonka ha escrito varias veces sobre esto. Es especialmente jugosa su referencia del Scientific American, donde se exponen las muchas dudas existentes en la comunidad científica sobre la compleja relación entre obesidad y enfermedades. En muchos casos, la obesidad podría no ser la causa, sino simplemente un síntoma mucho más visible de una causa distinta y oculta, tanto de la obesidad como de la enfermedad asociada con ella.
Los autores del estudio obvian todo esto, bien conocido, y ponen juntos a los obesos (severos o no), a los que tienen sobrepeso, y a los delgados (por mucho o por poco) como si todos ellos representaran un problema o una preocupación. No lo son. Supongo que es mucho pedir que el periodista tenga suficiente cultura científica y capacidad crítica para desmontar este engaño. ¡¡¡Pero al menos que no les ayude con sus redondeos!!!
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