El artículo se titulaba "El derecho a decidir y las comarcas. O por qué en Quebec los independentistas no quieren un referéndum". En él se argumentaba, resumiendo mucho, que desde el lado secesionista, en Cataluña, se suele citar la Ley de Claridad canadiense como un modelo a imitar, en el que un Estado (Canadá), ha aceptado la idea de que una provincia se pueda separar, y ha regulado cómo se podría llevar a cabo ese proceso ordenadamente. Sin embargo, esa ley contiene algunos elementos muy importantes que son deliberadamente olvidados por los secesionistas, porque aplicados al caso catalán podrían llevar a que una hipotética Cataluña independiente tuviera que desprenderse, probablemente, de las partes más pobladas, incluyendo Barcelona y toda su área metropolitana.
Esto es así, porque según el artículo, la ley canadiense se basa en tres principios. Primero, que en caso de un referéndum con una pregunta clara y una mayoría también clara (cosas a decidir políticamente) a favor de la independencia en una provincia, el gobierno de Canadá estaría obligado a entrar en negociaciones sobre el tema. Segundo, que ese momento sería, en efecto, solo el comienzo de una negociación. ¿Y el tercer principio? Este, según el artículo:
-El tercero es que la cesión [sic] no ha de darse necesariamente sobre toda la provincia canadiense en la extensión territorial que hoy tiene. En este requisito quiero insistir hoy, pues en gran parte explica el citado y sorprendente giro de los secesionistas.
Conforme a la citada Ley, y como parte de esa negociación, si existen en la provincia consultada ciudades y territorios en los que la proporción de unionistas sea sustancial y claramente mayoritaria, aquélla, para separarse, debe aceptar desprenderse de ellos para que puedan (por ejemplo, formando para ello una nueva provincia) seguir siendo parte de Canadá.Esta le parece al autor de la entrada en el blog una idea muy sensata. Si la mayoría de votos puede separar Cataluña de España, entonces la mayoría de votos puede separar algunas partes de Cataluña de esta. Y de hecho, basándonos en encuestas y en resultados electorales habituales, podríamos especular que en un referéndum bien hecho, habría mayorías unionistas claras en Barcelona y su área metropolitana (que tienen casi la mitad de la población de Cataluña) y en muchas otras zonas. Siguiendo la Ley de Claridad de Canadá, en la hipotética negociación entre los gobiernos español y catalán sobre los términos de la independencia, el gobierno catalán estaría obligado a aceptar que todas esas zonas de mayoría unionista siguieran siendo parte de España.
Esta idea, no particularmente original, puede ser defendible... pero no está en la Ley de Claridad canadiense. En ninguna parte de su articulado se dice NADA sobre qué debería pasar si en algunas "ciudades y territorios" hay una clara mayoría unionista. Esto es una pura invención del articulista.
Y desde luego, que los límites de la provincia que se separa puedan ser revisados tampoco ese uno de los principios esenciales de la ley, como se argumenta en el artículo.
La ley es esta (curiosamente Hay Derecho no la enlaza), y si leen ustedes su preámbulo verán que sí se recoge, entre otros, los dos principios inicialmente mencionados (que una pregunta clara, y un resultado claro, obligaría a Canadá a entrar en negociaciones), pero no el tercero.
Si leen el articulado, tampoco encontrarán lo que dice Hay Derecho sobre la obligación de aceptar la secesión de la provincia de "ciudades y territorios" con mayoría unionista. Sólo encontrarán una referencia a las fronteras de la provincia que potencialmente se haría independiente, y es esta, en el último artículo de la ley:
LimitationEs decir, que entre las cosas que el gobierno de Canadá tiene que negociar están, "los [posibles] cambios en las fronteras de la provincia". "Any changes". Puede haber cambios, o no, y pueden deberse a diferentes razones. Si hubiera una zona con una clara mayoría unionista, es posible que el gobierno de Canadá argumentase que debería separarse de la provincia y el gobierno provincial podría aceptar ese argumento o no. Sería parte de la negociación.
(2) No Minister of the Crown shall propose a constitutional amendment to effect the secession of a province from Canada unless the Government of Canada has addressed, in its negotiations, the terms of secession that are relevant in the circumstances, including the division of assets and liabilities, any changes to the borders of the province, the rights, interests and territorial claims of the Aboriginal peoples of Canada, and the protection of minority rights.
Pero todo eso es solo una posibilidad, una especulación. Una hipótesis sobre en qué circunstancias una de las partes propondría cambios en las fronteras. En ningún caso es un principio esencial de la ley, ni hay mandato legal alguno de que "si existen en la provincia consultada ciudades y territorios en los que la proporción de unionistas sea sustancial y claramente mayoritaria, aquélla, para separarse, debe aceptar desprenderse de ellos".
Pura invención, impropia de un blog jurídico.