30 de agosto de 2019

Sobre bulos, prejuicios y tentaciones de tuiteros y blogueros

La historia de hoy es muy ilustrativa de lo difícil que es resistirse a los propios prejuicios, y a las tentaciones de las conclusiones fáciles y la publicación en caliente. Creo que les va a divertir.

En ella aparecen varias instituciones que redifunden, con descuido, un dato mal citado; un tuitero "anti-feminista" (Bou, @elsacodelcoco), que descubre ese error (gracias a @yodsamuel por la pista), y lo denuncia en un hilo como un bulo (uno más) de esa ideología; y yo mismo, que, aunque no comparto las posturas del tuitero, creía que este había encontrado, en efecto, lo que parece un bulo, con un origen cómico, y me aprestaba a difundir su denuncia, que confirma mi propio prejuicio de que "todo el mundo miente", y de que la gente difunde con poco cuidado datos alarmantes que favorecen sus causas, aunque sean falsos o disparatados.

Inciso, antes de meterme en más harina: es sin duda cierto que, en promedio, las mujeres que participan en discusiones públicas online sufren más ataques personales que los hombres; y que muchos de esos ataques se dirigen precisamente a su condición de mujeres, con insultos, amenazas o insinuaciones relacionadas con cuestiones de género o sexuales ("mujer tenías que ser", "ponte a fregar", "puta", "ojalá te violen"). Los hombres, simplemente, no recibimos ese tipo de ataques (con la excepción, probablemente, de hombres abiertamente gays). Por lo tanto, la campaña de la Comisión Europea (#DigitalRespect4Her) sobre el respeto a las mujeres online, que se inició en abril de este año (luego veremos que las fechas son importantes), se refiere a un problema real y serio.

En el folleto divulgativo de esa campaña se dice que "la posibilidad de que las mujeres sufran acoso por internet es 27 veces mayor que la de los hombres". La afirmación ha sido repetida recientemente por muchas instituciones públicas españolas. En el hilo se mencionan: La Moncloa, la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, la Secretaría de Estado para el Avance Digital, la Secretaria de Estado de la España Global), la Generalitat de Catalunya.

Aquí entra en la historia el tuitero Bou. En el folleto se cita como fuente del dato de las "27 veces más" un informe de las Naciones Unidas en 2015 sobre violencia online contra las mujeres. Sin embargo, Bou busca la afirmación en el informe de las Naciones Unidas, y no la encuentra (ni yo lo hago cuando repito la búsqueda). Parece que en el texto no hay ningún intento de cuantificar esa diferencia entre hombres y mujeres. Sólo se dice lo siguiente:
Compared to men, women who are active on social media and in the blogosphere receive more threats or comments that directly attack their gender, their safety, and their very right to express opinion in male-dominated spaces. [En comparación con los hombres, las mujeres que están activas en las redes sociales y en la blogósfera reciben más amenazas o comentarios que atacan directamente su género, su seguridad y su derecho a expresar opiniones en espacios dominados por hombres.]
La fuente citada por Naciones Unidas, a su vez, de esa afirmación tan genérica, es un estudio titulado "Don't Let it Stand", de Anja Kovacs et al. Sin embargo, como Bou ha comprobado, ese texto no cuantifica, ni poco ni mucho, cuánto mayor es el riesgo de violencia online contra las mujeres. Es un estudio cualitativo de esa violencia, basado en entrevistas, y referido solo a la India. Así que el informe de la ONU no debería haberlo citado para justificar la afirmación de que las mujeres sufren "más violencia".

¿Entonces, lo de las 27 veces de donde viene? Pues Bou desarrolla una hipótesis cómica, que yo me he creído durante un buen rato: que alguien se había hecho un lío en la Comisión Europea, porque en el informe de la ONU el número de la nota que envía a la referencia del texto de Kovacs es precisamente el 27, como se ve en esta imagen del hilo (el texto de la nota 27, con la referencia a Kovcas está tomada de la lista de notas, al final del informe):


Parecería que la única conexión, en el texto citado de la ONU, entre el número 27 y la cuestión de que las mujeres sufren más violencia oline es ese punto del texto señalado. La hipótesis "lógica" (en realidad, no tanto) parece ser que alguien en la Comisión se ha hecho un lío morrocotudo, y de alguna manera, la nota 27, sobre que las mujeres sufren más violencia... se transformó en que las mujeres sufren "27 veces más violencia".

Y ahí, piensa Bou, habría empezado a rodar el bulo repetido luego por tantas instituciones españolas, y también por medios de comunicación de todo el mundo, y la propia ONU en otros documentos, como se muestran en el hilo.

Yo les iba a contar a ustedes todo esto muy divertido cuando me he dado cuenta de que varios de los ejemplos que cita Bou como difusores del error son anteriores a la campaña de la Comisión. Concretamente, la página del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es de abril de 2018, la noticia de la BBC es de 2016,  y la de Time es de septiembre de 2015. Las dos últimas refieren como fuente, directa o indirectamente, el mismo informe de 2015 que cita la Comisión. Así que el hipotético salto de la nota 27 a "27 veces más" se produjo en 2015, y no fue en la Comisión Europea sino en algún otro lugar.

Así, mi segunda versión de esta entrada les contaba el hilo de Bou ligeramente corregido, manteniendo su hipótesis del error (nota 27 pasa a 27 veces más) pero pensando que este venía de otra fuente más antigua.

Para averiguar cuál podría ser, me he puesto a buscar en Google la combinación ["27 times" online violence women] acotándola solo a publicaciones de 2015 (el año del informe de la ONU) y he dado con un texto del Huffington Post que decía esto:
According to a University of Maryland study, women experience sexually explicit messages and online violence at a rate 27 times higher than men. [Según un estudio de la Universidad de Maryland, las mujeres experimentan mensajes sexualmente explícitos y violencia online a una tasa 27 veces mayor que los hombres.]
El prometedor enlace no lleva al propio estudio de la Universidad de Maryland, sino a un texto de la revista Pacific Standard donde aparece esto:
In 2006, researchers from the University of Maryland set up a bunch of fake online accounts and then dispatched them into chat rooms. Accounts with feminine usernames incurred an average of 100 sexually explicit or threatening messages a day. Masculine names received 3.7. [En 2006, investigadores de la Universidad de Maryland crearon un puñado de cuentas falsas online y luego las enviaron a las salas de chat. Las cuentas con nombres de usuario femeninos recibieron un promedio de 100 mensajes sexualmente explícitos o amenazantes por día. Los nombres masculinos recibieron 3,7.]
Precisamente 100 entre 3,7 da como resultado 27. Es decir, que sí, sí hay al menos un estudio que encontró que las mujeres reciben 27 veces más amenazas y mensajes sexualmente explícitos que los hombres. El trabajo, titulado "Assessing the Attack Threat due to IRC Channels" de los profesores Meyer y Cukier, está disponible online. No es un artículo en una revista académica, sino "sólo" una presentación en una conferencia, que tiene menos filtros. Por tanto, no es "la verdad" sobre el asunto (aparte de que Internet ha evolucionado mucho desde 2006, obviamente). Pero sí es una fuente razonablemente seria que encontró el dato de las "27 veces" (sería interesante ver lo que dicen estudios similares más recientes, pero eso va más allá de mi propósito aquí).

Además, resulta que accidentalmente he descubierto que el informe de Naciones Unidas de 2015, al que la Comisión atribuye lo de las "27 veces" SÍ LO DICE. Pero lo hace dentro de un gráfico, en la página 15, que ni Bou ni yo habíamos encontrado en nuestras búsquedas de texto:



Con estas últimas averiguaciones, parece claro que el bulo denunciado por Bou no es tal. La hipótesis de "la nota 27 se ha transformado por error en 27 veces" se viene abajo. Nadie en la Comisión ni en ningún otro sitio se ha hecho tal lío. El informe de 2015 de la ONU, citado por la comisión, sí contenía esa afirmación. Y la afirmación tiene su sustento en un estudio académico que parece razonablemente serio, aunque el informe de la ONU no lo cite adecuadamente (la fuente que cita la ONU es "Networked Intelligence for Development 2015", y resulta que en la web de esa entidad, la única publicación de 2015 que trata el tema es... el propio informe de la ONU que les cita. Un loop en toda regla).

Y aquí me tienen por tanto terminando esta tercera versión de esta entrada. No hay bulo ni error cómico, ni en la Comisión en antes en ningún otro sitio. Se puede criticar a la ONU, en 2015, por hacer una afirmación categórica demasiado rotunda para basarse en un estudio anticuado y con pocos casos, y citando de manera incompleta la fuente. Y a los que vienen detrás tal vez por repetir ese dato tan "jugoso" sin indagar un poco más sobre su fiabilidad.

Se puede criticar a Bou por lanzarse entusiasmado a divulgar un bulo que cree haber encontrado, coherente con sus ideas, sin fijarse en las inconsistencias temporales, y sin dar un paso más para averiguar de dónde pudo salir, en 2015, el error.  Y dando por hecho que la conexión nota 27-27 veces es "la explicación" del bulo.

Y yo mismo he estado a punto, en dos versiones distintas, de dar por buena la hipótesis locuela de Bou porque el número también me parecía muy alto (¡mis prejuicios!), porque la historia era divertida, casi tronchante, y me venía bien para mi blog, que ha estado parado todo el verano. Por suerte es agosto, no tengo tareas urgentísimas, y una combinación de suerte y tikismikismo me ha hecho darme cuenta en el último momento de que les iba a contar a ustedes una trola muy gorda. ¡Pa habernos matao!

Actualización (17:15): Bou ha leído mi comentario y ha seguido su hilo analizando por qué el estudio de 2006 le parece claramente insuficiente para afirmar lo que dice en 2015 el informe de la ONU sobre violencia online contra las mujeres. Y en efecto, encuentra algunos elementos de "teléfono estropeado" en la serie sucesiva de afirmaciones que van del estudio de 2006 a los textos de 2019. Pero tal vez él también juega al teléfono estropeado haciendo todo lo posible por minimizar el significado del estudio de 2006. Juzguen ustedes mismos.