Llama la atención en primer lugar la diversidad de cifras en los titulares. ABC: " El glaciar del Aneto ha perdido una quinta parte en diez años". El Periódico: "El glaciar del Aneto ha perdido la quinta parte del volumen en la última década." La Vanguardia: (en el subtítulo) "El glaciar del Aneto se ha reducido a menos de la mitad desde 1990". ¿La quinta parte o la mitad? ¿Desde 1990 o en la última década? Les juro que después de leer los tres periódicos y la nota de prensa de Greenpeace, sigo sin saberlo. Veamos el escueto texto del ABC:
El Glaciar del Aneto, en el Pirineo aragonés, ha perdido una quinta parte de su volumen en la última década a causa del cambio climático del planeta, según una investigación de un grupo de voluntarios de Greenpeace.Vaya, yo pensaba que ningún evento particular puede ser atribuido directamente al cambio climático, pero parece que los de Greenpeace sí que han podido hacerlo. ¿Cómo?
La investigación consistió en documentar mediante imágenes de épocas pasadas el retroceso del glaciar, lo que reveló que en la última década la velocidad de desintegración se ha cuadruplicado. De las 600 hectáreas con que contaba el glaciar a mediados del XIX ha pasado a 250 en los 90 y a unas 180 en 2005.Aquí hay tres cosas interesantes. La primera es que los glaciares pirenáicos llevan más de un siglo de reducción. Volveré sobre eso más tarde. La segunda es que la "investigación" lo único que ha podido documentar es el ritmo de reducción del glaciar, no desde luego la causa del mismo.
La tercera tiene que ver con las cuentas, que no cuadran con lo dicho en el titular y otras partes del texto. En efecto, si entre mediados del XIX y "los 90" (pongamos 1995) el glaciar pasó de 600 a 250 hectáreas, se redujo a un ritmo aproximado de 2,41 Ha/año (350 Ha/145 años); mientras que en los últimos 10 años la reducción ha sido de 70 Ha, a un ritmo de 7 Ha/año, ó 2,9 veces el ritmo de los 145 años anteriores. Menos del triple, no el cuádruple.
Por otro lado, los titulares del ABC y El Periódico decían que el glaciar había perdido en la última década la quinta parte de su extensión. Pero según estas cifras, lo perdido (70/250) sería más de la cuarta parte (28%). El daño sería aún peor de lo que dice el titular. Releyendo el texto puede interpretarse que la quinta parte es lo que Greenpeace atribuye al cambio climático. Y eso sí cuadra con los datos que se ofrecen: suponiendo que la aceleración sea atribuible al cambio climático, tendríamos que de las 70 Ha perdidas, unas 45,9 ([7-2,41]*10) serían atribuibles a ese fenómeno, lo que sí supone, aproximadamente una cuarta parte de la superficie de "los 90".
¿Y el titular de La Vanguardia? Pues parte de datos diferentes (e incompatibles con las anteriores). Después de informarnos de que los "investigadores" tenían entre 11 y 16 años, nos da otros datos distintos:
Fernando Lampre, geógrafo y presidente del patronato de los Monumentos Naturales Pirenaicos, precisó que entre los años 1840 y 1850, época calificada por los geólogos como "la pequeña edad del hielo del Pirineo", el glaciar del Aneto ocupaba cerca de 700 hectáreas. Ya en los años noventa del siglo XX, su extensión quedó reducida a menos de la tercera parte: unas 180 hectáreas, y hoy sólo llega a abarcar unas 90 hectáreas.En ese caso, efectivamente, el glaciar se habría reducido a la mitad en 15 años (suponiendo que "en los años noventa" significa 1990, como dice el titular). Las tasas de reducción serían de 3,59 Ha/año (entre mediados del XIX y 1990) y 6 Ha/año (en los últimos 15 años), el ritmo se habría multiplicado por 1,67 (menos del doble), y lo atribuible, supuestamente, al cambio climático serían 36 de las 90 Ha perdidas desde primeros de los noventa. Lo que sí sería, aproximadamente, una quinta parte de las 180 Ha de primeros de los 90. Pero representaría menos de la mitad de la superficie perdida, que lo habría hecho por otras causas.
En fin, que los números siguen sin cuadrar. Lo del ritmo que se ha cuadruplicado no aparece en ningún caso. La reducción a la mitad del titular de La Vanguardia sería cierta, con sus cifras, pero menos de la mitad de la misma sería atribuible al cambio climático. En cambio, la quinta parte de los titulares del ABC y El Periódico, se quedaría corta, porque se refiere sólo al efecto supuesto del cambio climático, no a la reducción total del glaciar, que sería mayor.
Lo llamativo del asunto es que, como se deja ver en el párrafo citado de La Vanguardia, los glaciares pirenáicos vienen reduciéndose desde hace más de un siglo, cuanto tuvieron una extensión más amplia, al final de una llamada "Pequeña edad de hielo". Sí, señores, es que el clima no para de cambiar:
Los Pirineos son la única cordillera de la península Ibérica que posee glaciares en la actualidad. Hasta mediados del siglo XIX, existieron glaciares en Sierra Nevada y los Picos de Europa, que desaparecieron con los cambios climáticos acaecidos a finales del siglo XIX, con la finalización de la denominada Pequeña Edad del Hielo. Este período fue de enfriamiento climático menor a escala global pero muy importante por su impacto en las actividades humanas y el medio natural de las montañas.Es decir, que el estado de los glaciares a mediados del siglo XIX no era algo que llevara siglos ahí, ni algo estable, sino el producto de una variación en el clima, un enfriamiento, que los hizo anormalmente grandes en comparación con siglos anteriores. Y desde entonces han ido reduciéndose.
Los glaciares pirenaicos actuales son una herencia de la Pequeña Edad de Hielo, cuya pulsación generó pequeños glaciares que desde finales del siglo XIX sufren un retroceso continuo.
Y como pasa en todo fenómeno de larga duración, hay altibajos en los ritmos. Fíjense qué gráfico tan interesante (click para ver más grande):
¿Ven ustedes ahí un dramático cambio del ritmo de reducción de los glaciares, en particular en el Pirineo español (la línea inferior)? Yo diría que no. Es francamente difícil, con esos datos, distinguir qué parte de la reducción de los glaciares es simplemente un fenómeno de "rebote", de vuelta a la situación anterior a la "Pequeña edad de hielo" y qué parte es efectivamente causada por el proceso de calentamiento global que parece estar sucediendo en las últimas décadas.
¿Saben qué es lo más gracioso? Que tanto este gráfico como el párrafo que he citado inmediatamente antes proceden también de un informe de Greenpeace (págs. 12 y 13, donde pueden encontrar todavía más datos distintos sobre la extensión del glaciar del Aneto hasta 2001). Pero ellos saben que si en una rueda de prensa cuentan que unos chavales han sacado unas fotos que muestran que la cosa "está muy malita", y que todo es culpa del CO2, no va a haber ningún periodista que se sepa bien el tema ni indague un poquito en su propia página web, para matizar la información.
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