13 de septiembre de 2005

Cansancio

Es cansado estar siempre alerta y desconfiar de todo lo que uno ve u oye. Ayer oí en la radio que una organización, Save the Children, propone que por ley se prohiban en España aplicar a los niños castigos violentos y humillantes. Mientras pensaba en lo difícil que es definir esto último, y en que ciertamente no tengo claro que toda violencia hacia los niños deba estar prohibida (siento ser políticamente incorrecto), me ha tranquilizado escuchar que, según sus estudios, la mayoría de los españoles pensaban que a veces un castigo físico puede ser adecuado. Bueno, al menos no estoy sólo en pensar así, me he consolado.

Pero claro, no sólo hay que desconfiar de las estadísticas que suenan raras o disparatadas. También las que están de acuerdo con nuestros prejuicios pueden ser malas.

Y en efecto, me entero por Lucas Pérez (mil gracias) que este último asunto ha sido recogido así por Elmundo.es: El 58% de los españoles considera oportuno usar la violencia como castigo para educar a los hijos (cosas parecidas en muchos otros medios). La noticia cuenta también que casi el 50% de los niños piensan que sus padres tienen derecho a pegarles. Lucas consultó ayer la página de Save the Children, vio el informe, y encontró varias cosas extrañas:
Para empezar me llama la atención el titular: El 58% de los españoles, que en el artículo ya es el 58,7%, pero que en la página de Save The Children es el 47.2%. Sobre el porcentaje de niños que cita la noticia, nada en savethechildren.es (en la rueda de prensa quizas?)

Del informe: muestra autoseleccionada, máximo 50 personas por talleres (que por 37 talleres me dan bastante menos que 3234 personas).

Solo tres talleres en España: O sea, ¡que de una muestra autoseleccionada de 150 personas aterrizamos en semejante titular!
Además, en el informe no hay un solo dato numérico ni estadístico. ¿De dónde han salido las cifras que citan hoy todos los periódicos? Yo tampoco pude encontrarlo ayer, y creí que Save the Children directamente se las había inventado.

Pues hoy he vuelto a su página y he encontrado un "resumen para la prensa", que ayer no estaba, donde se ha resuelto el misterio: curiosamente, a pesar de lo que dicen literalmente casi todos los periódicos, esos porcentajes no aparecen en el informe presentado ayer, sino que son cifras recicladas por Save the Children, provenientes de otros estudios, e incluidas en el "resumen" (extraña manera de resumir).

Algunas proceden de un estudio de 1997 del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales; otras, como el famoso 58,9% que aprueba en ocasiones el uso de la violencia, procede de una supuesta réplica del estudio anterior realizada en 2004 por un llamado Centro Estatal de Investigaciones Sociales (primera noticia de su existencia, no parecen tener página web), de la que no se aporta referencia bibliográfica ni ficha técnica. Finalmente, el 47% de los niños que piensan que sus padres tienen derecho a pegarles procede de una consulta a 119 niños y niñas realizado en 2004 por Save the Children en colaboración con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (tampoco hay ficha técnica ni referencia bibliográfica alguna).

Mi resumen de lo averiguado: Save the Children hace un informe, más o menos interesante, pero sabe que los medios no van a encontrar en él nada demasiado interesante (es el informe de una psicóloga que cuenta cómo ha hecho unos talleres para educadores y activistas sociales, para ayudarles a fomentar en los padres la idea de que no deben pegar ni humillar a sus hijos). Decide que para atraer la atención de los medios, necesita otras cosas. Así que incluye en su "resumen" de prensa otros datos, provenientes de "estudios" de rigor dudoso o desconocido. Los periódicos, dócilmente, toman esas cifras como válidas, sin discusiones ni preguntas, las atribuyen al informe de Save the Children, y las publicitan a bombo y platillo. Y Save the Children ya ha conseguido su exposición en los medios para promover su campaña.

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