Encabeza hoy La Razón su portada en la edición en papel con este titular:
El parón de Janssen aleja la inmunidad de grupo hasta 2022
Al ritmo actual de vacunación con los sueros existentes en el mercado, incluyendo el de AstraZeneca, España no lograría la inmunidad antes de septiembre, sino que tardaría al menos un año más.Los cálculos del plan de vacunasEn los 106 días que han transcurrido desde que se iniciara esta histórica campaña de vacunación contra la enfermedad causante de la pandemia, los servicios autonómicos de salud han inyectado 11,073 millones de antídotos. Para llegar a la cifra de 66 millones de dosis necesarias para completar la pauta con las vacunas existentes ahora mismo en 33 millones de personas, se necesitarían 631,7 días o, lo que es lo mismo, 1,7 años. Así pues, no habría inmunidad en la población española hasta agosto de 2022. [énfasis rojo añadido]
Las cuentas de la última línea serían las que ha hecho La Razón (a mí me sale un día más, pero la diferencia es mínima) y sale un promedio 103.500 vacunas diarias. Y a ese ritmo se necesitarían 638 días para poner 66 millones de dosis, lo que nos llevaría hasta el 25 de septiembre de 2022 (aún más tarde de lo que ellos dicen).
Pero claro, es absurdo llamar "ritmo actual" al promedio de 107 días con ritmo creciente y proyectar ese ritmo hacia el futuro, como si por alguna extraña razón cabría esperar que las empresas farmacéuticas volverían a repetir cada cuatro meses un ciclo como el de los primeros cuatro meses de fabricación de las vacunas. No tiene ningún sentido. En una situación como esta solo podemos hablar del "ritmo actual" para referirnos a algún periodo más reciente. La siguiente tabla muestra cuál ha sido el ritmo en tres periodos que más o menos arbitrariamente podríamos escoger para hablar del "ritmo actual", como el último mes, la última quincena o la última semana.
Al ritmo del último mes, llegaríamos a los 66 millones de dosis en 2022, sí, pero en enero, no en agosto ni en septiembre. Al ritmo de la última quincena, lo haríamos en octubre de este año, y al de la última semana eso sucedería en septiembre.
Y eso, por supuesto, no incluye en la cuenta que el ritmo de entrega de las demás vacunas se espera que sea en los próximos meses mejor que el de los anteriores, de manera que aún sin Janssen la expectativa sería que sigamos acelerando el ritmo de vacunación casi cada semana.
Quizá alguno de ustedes se extrañe de que eliminando de los cálculos la vacuna Janssen, de una sola dosis, de la que esperábamos recibir 17 millones hasta septiembre, puedan salir unas cuentas tan optimistas, y no mucho peores que las que hacía Pedro Sánchez el otro día. La razón es que en realidad las cuentas del gobierno están hechas con cierto margen para imprevistos, retrasos y tropiezos. De hecho, las dosis contratadas para los tres primeros trimestres de las otras tres empresas con vacunas de dos dosis, son 75,9 millones, que darían para vacunar a casi 38 millones de personas. Por eso, incluso en la hipótesis de que Janssen fuera totalmente inutilizable (lo que casi seguro no sucederá) el retraso respecto a los objetivos previstos no sería demasiado (siempre que no se combinara con otros problemas adicionales, claro).
En definitiva, chapuza, alarmismo injustificado y sensacionalismo de La Razón, que es difícil creer que sea inocente.
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ResponderEliminarYo mantengo la teoría de que el ciudadano, ante el bombardeo de noticias, promesas y desmentidos, hace un promedio, y considera que la verdad debe estar en algún punto medio de todo eso.
ResponderEliminarDesde ese punto de vista, no veo injustificado el artículo de la razón. Ante el optimismo y las promesas de algunos (recuérdese, por ejemplo, el mensaje gubernamental del verano pasado de que ya habíamos vencido al virus y que salíamos más fuertes), estos artículos contraponen otra versión para equilibrar el balance final, sin faltar estrictamente a la verdad.
Extrapolar hacia adelante lo ocurrido en los últimos cuatro meses puede no ser lo correcto, pero al menos se explica así en el artículo. Prometer que a final de marzo el 80% de los mayores de 80 años iban a estar vacunados sí fue totalmente falso, y un modo de adormecer a una ciudadanía aletargada.
He llegado a tu blog gracias al artículo de Alex Gutierrez del diario ARA. Este blog debería ser de obligado seguimiento en todas las facultades de periodismo. Felicidades!
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