Muchos de ustedes habrán leído en las últimas semanas la historia del "bebé 81" el niño de corta edad aparecido milagrosamente sano y salvo en Kalmunai, uno de los pueblos de Sri Lanka asolados por el tsunami del 26 de diciembre. Al parecer lo llamaron así por ser el paciente número 81 ingresado en el hospital aquel terrible día, y su historia ha llegado a todos los medios occidentales debido a que nueve parejas diferentes reclamaban el niño como suyo, y fue necesario hacer una prueba de ADN para poder devolverlo a los que resultaron ser los verdaderos padres. Son innumerables los medios españoles que lo han contado: por ejemplo, entre el 14 y el 15 de febrero pudieron encontrarse relatos en ABC, La Verdad de Murcia, El Mundo, El Periódico, y El País, entre otros. Pero la historia ha aparecido también en medios internacionales como la propia BBC, el Times de Londres, CNN, y muchos otros medios.
Bien, pues todo parece indicar que la historia es, en algunos detalles muy importantes, falsa. En efecto, un niño de varios meses (no recién nacido) apareció entre el barro el día 26 de diciembre, y fuel llevado al hospital de Kalmunai. Pero según señaló el Lanka Business Online, en una noticia del 28 de enero (anterior prácticamente a todas las enlazadas más arriba), nunca hubo nueve madres que reclamaran el niño como suyo, sino sólo una pareja que lo hizo desde el primer momento. La propia persona que rescató al bebé lo reconoció como el hijo de sus vecinos. La policía y los tribunales no han sabido de nadie más que dijera que el niño es suyo. Los tribunales ordenaron el 12 de enero que el niño fuera entregado a la única familia que lo había reclamado, y los médicos se resistieron en un principio por razones de salud.
Otra noticia posterior (del 19 de febrero) del Lanka Business Online dice que el propio nombre de "bebé 81" es dudoso que tuviera su origen en el hospital, y que la decisión de hacer pruebas de ADN al bebé provino del señor Harendra de Silva, director de la Autoridad Nacional de Protección a la Infancia, quien ante la relevancia internacional de la historia del bebé decidió tomar medidas de seguridad adicionales, contra la decisión inicial de jueces y policías locales.
Parece que estamos ante un colosal invento, un estúpido melodrama añadido por alguien para dar color a una de las historias más tremendas que hemos podido seguir en los medios en los últimos años. La duda surge ahora no sobre la paternidad del niño, sino sobre la paternidad de los elementos fantásticos añadidos a la historia. Lo de las nueve madres que reclamaban el niño aparecía ya en un texto de Associated Press del 15 de enero, según se cuenta aquí, así que no parece que la culpa deba echársele encima al New York Times, como se hace en alguna otra página. En todo caso, desde que el asunto saltó a los medios internacionales muchos periodistas han ido a Kalmunai a interesarse por el bebé. Como termina el Lanka Business Online, el primer periodista puede ser excusado, pero no todos los que vinieron después. Quizá no se molestaron en verificar mucho la historia. Quizá no quisieron que la realidad les estroperara un buen melodrama.
Comentarios hasta el 27-12-09
Malaprensa, muy interesantes los diversos enlaces del post ... sobre todo porque me han permitido llegar a identificar a William MCGowan, su libro Coloring the news (que promete) y otros artículos suyos. Gracias.
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