Leo en Escolar.net la traducción de un intercambio entre Scott McClellan, portavoz del presidente de Estados Unidos, y un periodista, en una rueda de prensa celebrada el día 11 en la Casa Blanca, donde se ve a las claras que, a pesar de todo, la prensa norteamericana aprieta las tuercas y hace sudar la gota gorda a los políticos cuando habla con ellos. Algo muy distinto del tono deferente al que estamos acostumbrados aquí, donde cualquier político sale por peteneras ante preguntas serias y no hay ningún periodistas que le diga "no ha respondido usted a mi pregunta"; o "usted se contradice con lo que dijo tal día en tal sitio" (como le hacen a McClellan).
No sé muy bien quién es el responsable de ese estado de cosas en España. Quizá los años de gobierno autoritario, mezclados con la "camaradería" entre políticos y periodistas en la transición han llevado a la extraña y perniciosa costumbre de la entrevista blandengue, de la que el político se va de rositas, incluso en medios de comunicación "hostiles", que en la página siguiente, en la sección de opinión, ponen al entrevistado y a su partido a caer de un burro. Para mí es una nueva manifestación de malaprensa, porque hacer una entrevista "dura" a un político requiere saberse bien los datos, las fechas, las citas, y tener un gusto por el detalle y al precisión del que, al parece, carecen los periodistas (y/o los medios y/o los lectores) españoles. Desde luego, yo preferiría más entrevistas incordiantes y menos artículos de opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar. Si quieres que otros lectores puedan debatir contigo, por favor, no firmes como "Anónimo" a secas. Usa la opción "Nombre/URL" e invéntate un nombre, aunque sea "Anónimo33", "ABC" o "123", para que podamos dirigirnos a ti, y tus comentarios no se confundan con los de otras personas.
Los comentarios de las entradas menos recientes son revisados por mí y no se publican inmediatamente.