Hay que andarse con ojo, porque pueden estar (¿otra vez?) tomándonos el pelo. Pero si lo que cuenta hoy El País sobre el "Hombre del Piano" (también en los medios británicos) es cierto, estaríamos ante un caso espectacular (y anecdótico, es cierto) de malaprensa global, con la responsabilidad principal, claro, atribuible a la prensa británica, que era la que estaba más cerca, y parece que nunca se molestó en comprobar la historia de que el enfermo era un pianista virtuoso.
Me recuerda un poco al caso del "bebé 81". Melodrama, misterio, entretenimiento para las masas. Y al final, en buena parte, invención.
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