10 de febrero de 2006

Barajas (2)

(AVISO: Este es un comentario que tiene poco que ver con la Malaprensa. Lo cuento sólo para pequeños freakies de las obras públicas como yo. Saltenlo si no les interesa la experiencia de un pasajero novato por la T4 ni el diseño aeroportuario.)

Ayer hice mi primer paso por la T4, que resultó razonablemente fluido, aunque con tropezones. Mi vuelo salía a las 7:20, y tenía la tarjeta de embarque impresa desde casa (una útil posibilidad que Iberia ofrece desde hace pocos meses, incluso aunque se lleve equipaje, y que tampoco he visto recomendada en ninguna noticia), así que calculé que "sólo" necesitaba llegar 45 minutos antes.

Antes de salir de casa vi en la página de Aena que mi vuelo tenía asignada una puerta en la zona M, es decir, en el edificio satélite. Eso me iba a permitir explorar, y contarles, cuanto de lioso (y de largo) es llegar hasta allí.

Encontré un taxi a las 6:04. El taxista me comentó que la M-12 (de peaje) no merece la pena viniendo desde el sur. Es casi igual de largo, y más barato, seguir el viejo camino hacia las terminales de siempre y luego continuar "de frente" sin salir hacia las terminales viejas. Se encuentra uno con la M-14, M-13 o cómo se llame, que le lleva muy directamente a la T4, y sin pagar. Ese fue el camino que hizo y 20 minutos, 26 kilómetros y 28,15 euros después estaba en la terminal.

Por cierto, que la llegada en transporte privado parece bastante mejor organizada que en las antiguas terminales, ya que hay carriles diferenciados para taxis, para autobuses, vehículos privados... La zona de facturación está organizada, por primera vez, que yo conozca, en un aeropuerto español, en forma de "islas" de facturación, y no en una larga línea en el fondo del vestíbulo. Quizá porque esas islas rompen la visión no tiene uno sensación de gigantismo en ese área.

Tras unos minutos de "visita" por la zona de facturación me dirigí ya hacia la zona de control de seguridad. Antes quise comprobar en las pantallas de información la puerta asignada a mi vuelo y me encontré dos sorpresas. Por alguna razón, las pantallas de la zona de facturación no informan de la puerta asignada a los vuelos, sólo de la letra que identifica la zona del aeropuerto en la que está. No estoy muy seguro de la utilidad de esto, la verdad. Será que como las pantallas son tan guays (lo son) las quieren amortizar haciendo que todo el mundo las vea dos veces. La segunda sorpresa fue que mi vuelo lo habían cambiado de la zona M a la zona H. Vaya. Ya no iba a explorar el trenecito hacia la TS. Lástima.

Pasado el control de seguridad (4 ó 5 minutos) no había pantallas, supongo que para evitar aglomeraciones. Sí hay carteles claros indicando las rutas hacia diferentes zonas: escaleras mecánicas para bajar un nivel hacia las zonas HJK, o ascensores para bajar varios niveles para coger el tren a las zonas MSRU (no sé muy bien por qué no hay zonas I, L, N, T.... ¿por confusiones fonéticas?). Los carteles dicen también la distancia estimada en minutos. La zona U, si no recuerdo mal, estaba a 24 minutos de distancia.

Bajé un piso y encontré un vestíbulo distribuidor con unas pantallas que supongo que están destinadas a informar, ahí sí, sobre la puerta exacta a la que hay que ir. Pero estaban apagadas. Así que seguí los carteles hacia la zona H (extremo sur de la nueva terminal). Cuando encontré las primeras pantallas que funcionaban vi que la puerta asignada era la H35. Pero en ese mismo momento un anuncio por megafonía comunicó que mi vuelo se cambiaba de puerta, a la K69 (y en efecto, se reflejó la pantalla en ese momento). Vaya, tenía que ser el mío el que tuviera asignadas 3 puertas en dos horas. En fin, media vuelta, y a recorrer la terminal ahora hacia el norte.

En pocos minutos estaba en la zona K, y de pronto vi que la puerta 69 no existía. Tras la puerta 68 venía la 70. ¿Qué es esto? ¿Un ataque de puritanismo? ¿Dónde está mi puerta? Antes de que cundiera el pánico me di cuenta de que en las zonas H y K hay puertas a ambos lados de la terminal y las pares están a un lado, y las impares a otro. Como en medio hay stands para tiendas, información, etc... uno puede despistarse y no ver las puertas impares.

En resumen, que tardé 22 minutos desde que mi encaminé hacia los controles de seguridad hasta que llegué a la puerta. Quitando el cambio de puerta y las paradas para anotar tiempos, se podrían quedar en 15 minutos, pero creo que no menos, para un usuario primerizo. Y a paso ligero pero no acelerado.

Como era de esperar "cambio de puerta" significó retraso, claro, y no embarcamos hasta las 7:45 y empezamos a movernos a las 7:58, con casi cuarenta minutitos de retraso. Luego nos tuvieron un buen rato parados junto a la terminal, así que el despegue fue realmente a las 8:22. Bastante mal comienzo, pero hay que decir que las pantallas mostraban que la mayoría de los vuelos estaban saliendo a su hora.

Otra sorpresa: cuando nos encaminábamos a la pista de despegue vi seis aviones de Iberia aparcados frente a la nueva terminal, pero alejados de ella, y con trasiego de vehículos alrededor. Me temo que los embarques con autobús no han terminado, lo que la verdad me resultaría un poco incomprensible, después de hacer este obrón.

Hacia las siete de la tarde aterrizó, esta vez sí puntualmente, mi avión de regreso. Esta vez atisbé aviones aparentemente aparcados y sin finger al este de la términal satélite. Espero equivocarme y que no sean lo que parecen. Entramos en la terminal por la puerta H17 y como me iba fijando en todo ya tenía claro hacia donde tenía que ir. Pero hay que hacer notar un defecto de la señalización: está toda colocada en el lado de las puertas pares, las que dan hacia la fachada principal, por decirlo así, donde están también las cintas deslizantes que acortan los recorridos. Pero cuando uno llega por una puerta impar, debido, de nuevo, a los stands comerciales colocados en la zona central, puede no ver ningún cartel que le indique si debe ir hacia la derecha o la izquierda, ni ver tampoco las cintas deslizantes. Y hablando de señalizaciones: en la mayor parte de la T4 no hay ningún cartel indicador de cómo llegar a las T1-2-3. Parece como si no existieran, o si nadie fuera a ir de la una a la otra.

En 5 minutos estaba en la sala de recogida de equipajes, grandísima, con dos zonas separadas por cristaleras que supongo que son para vuelos de zona EU y resto, pero no lo pude comprobar. Daba la impresión de estar muy vacía, de que no había nadie. No era la sensación habitual, desde luego, en la zona de recogida de equipajes de la T2 ó la T1. Aún no me hago idea si era por el diseño y el tamaño, o porque por casualidad tuve la suerte de pasar en un momento de poca afluencia. Sólo allí, por cierto, ví unos carteles indicando que hay un autobús para hacer transbordo "interno" (para pasajeros con tarjeta de embarque) hacia las T1-2-3.

Como no tenía equipaje que recoger, tres minutos después cruzaba la puerta hacia la zona de tierra, donde ya está la gente que espera a los pasajeros. Un trayecto corto y cómodo, aunque me da la impresión de que esa zona de llegadas puede quedarse pequeña en épocas u horas de trasiego.

Para completar la experiencia decidí volver a casa en metro (también es verdad que a esa hora la M-30 y M-40 dirección sur están imposibles). Extrañamente, desde la zona de llegadas, para ir al autobus hay que subir a una pasarela, pasar por encima de la zona de taxis y volver a bajar (todo con escaleras mecánicas). El autobús gratuito (de AENA, no uno de esos extras contratados) salió apenas dos minutos después de montar en él y tardó 10 minutos en llegar a la T2. Lamentablemente no tiene indicaciones visuales o por audio de las paradas que realiza, así que me bajé donde mi memoria y el consenso que se formó rápidamente entre los pasajeros indicaba que era el sitio adecuado para el metro. Acertamos, pero se agradecería mucho algún cartelito en la parada indicando el camino hacia la estación (aunque sea sólo durante el añito - ya serán dos - que va a tardar la Comunidad de Madrid en prolongarlo).

Tiempo total de la puerta del avión a la estación de metro: 28 minutos. Probablemente unos 12-15 más que los que tardaría desde un avión en la T2.

Comentarios finales. La T4 es preciosa, espaciosa, y elegante. Es un edificio espectacular. Eso no lo voy a negar porque sería idiota hacerlo. Pero aún no estoy muy seguro de que sea muy práctica. Y desde luego no tengo ni idea sobre si vale lo que ha costado, ni que sea la mejor cosa en la que nos podíamos gastar 6.000 millones de euros, en España o incluso en Madrid (eso que llaman los economistas el coste-oportunidad).

Pero en fin, ya está hecha. La semana que viene les haré una comparativa, para un viaje muy similar desde la T2. Veremos con cuál me quedo como favorita.

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