En el interesante blog deportivo Aguja de Bitácora, el autor se pregunta si es realmente posible que 250.000 personas aclamaran a Javier Villa en Oviedo, como decía La Nueva España y tantos otros medios. Qué incrédulo.
Yo tampoco me creo que un millón y medio de personas estuviera el sábado a la noche en los diferentes acontecimientos de la Noche en Blanco en Madrid. Mis razones son varias. Sale a una media de 8.800 personas por evento, suponiendo que nadie repitiera, y muchos de ellos sólo tenían cabida para unos cientos (por cierto, estuve en el Conde Duque, del que nos desalojaron en un periquete cuando la amenaza de bomba, no había mucha gente allí). Por otro lado nadie ha dado un sólo dato sobre transporte público u otros indicadores que permitan calcular esa cifra.
Finalmente, para la gente que se deció a callejear, está el famoso sistema de estimación de masas basado en la superficie ocupada y la densidad. Yo estuve también, tras el desalojo, por la Gran Vía y Alcalá, y había mucha gente, pero una densidad mucho más baja que en una manifestación. Una persona por metro cuadrado sería más que suficiente. La superficie que estaba cortada al tráfico sería de unas 12 hectáreas. No más de 120.000 personas (al mismo tiempo). Ya sé que había otros centros de interés, y que desde luego no todo el mundo estuvo allí a la vez (ahí sí que había flujo). Pero hablamos de que aquello se vaciara y llenara unas 10 veces (más otras trescientas mil personas que fueran a otras partes y no pasaran por esa zona).
En fin, la cifra tiene toda la pinta de ser simplemente inventada. Y repetida por todo el mundo porque total, a quién le importa. Que siga el espectáculo.
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