El siempre recomendable Ben Goldacre cuenta en Bad Science una historia bastante triste de promoción descarada en la prensa inglesa de un método milagroso de "cura" para la dislexia, en la que las relaciones públicas (y las amenazas veladas) se han impuesto claramente sobre la información veraz y contrastada.
Hacia el final cuenta también como, a diferencia de los medios, los bloggers independientes han hecho una cobertura mucho más crítica del supuesto tratamiento milagroso. Es importante recordar que la dependencia de la publicidad hace a los medios tradicionales mucho más susceptibles que los blogs a las presiones (más o menos sutiles) de las empresas. Pero también hay que reconocer que ante una amenaza de acciones judiciales, probablemente un blog individual esté mucho más indefenso que una empresa periodística (que esté dispuesta a luchar por la información, claro).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar. Si quieres que otros lectores puedan debatir contigo, por favor, no firmes como "Anónimo" a secas. Usa la opción "Nombre/URL" e invéntate un nombre, aunque sea "Anónimo33", "ABC" o "123", para que podamos dirigirnos a ti, y tus comentarios no se confundan con los de otras personas.
Los comentarios de las entradas menos recientes son revisados por mí y no se publican inmediatamente.