Aunque su nombre pueda sugerir otra cosa, Malaprensa también tiene la intención de hablar de radio y televisión, aunque para una página como esta estos medios tienen la desventaja de que no dejan rastro, normalmente, ni es por tanto posible dirigir a través de enlaces a la "prueba documental" del error que se trata de comentar.
Esto va cambiando, sin embargo, y hay algunas cadenas de radio que mantienen en la red, al menos durante unos días, archivos de audio de sus programas recientes.
Las tertulias radiofónicas son un género especialmente criticado,en la España de los últimos años, acusadas, en los casos más suaves, de sectarismo ideológico (acorde con la inclinación de la empresa radiofónica, o del gobierno que controla la radio pública), y en los más graves de albergar personajes más dados al insulto y la descalificación global de las opiniones discrepantes que al razonamiento sosegado y la discusión civilizada de puntos de vista.
En la línea de malaprensa, quiero señalar también que las tertulias muchas veces caen en el absoluto descuido por la precisión en la información. Naturalmente, el directo radiofónico disculpa muchos errores e imprecisiones menores. Pero creo que cabría exigir a los participantes al menos dos cosas:
1. Conocimientos "básicos" sobre asuntos centrales;
2. Que cuando ignoran la respuesta a algo, lo reconozcan, y no continúen una conversación basada en el desconocimiento, que puede llevar a conclusiones totalmente erróneas.
Por ejemplo: el martes 27 de abril en el programa La Brújula de Onda Cero (accesible, indirectamente, desde aquí), entre las 3h 36min y 3h 40min de programa, aproximadamente, los participantes en la tertulia se metieron en una enredada discusión sobre las reglas de reforma de la Constitución, y en particular, sobre las mayorías necesarias para aprobarla, con interés especialmente sobre si el Partido Popular tendría en las Cortes recién elegidas suficientes diputados y senadores para impedir la aprobación de una reforma.
En fin, ninguno de los presentes "se lo sabía", lo cual puede ser más o menos grave, según se mire, pero lo peor, a mi parecer, es que eso no les impidió seguir debatiendo animadamente, y que varios de los participantes defendieran, con aparente convicción, que las mayorías cualificadas sólo se requieren en ciertos temas (como lo referente a la monarquía), y que de una manera u otra habrá reforma de la Constitución en esta legislatura, con o sin el apoyo del Partido Popular.
Lo cierto es que los artículos 167 y 168 de la Constitución, que regulan su reforma, son un poco complicados, pero simplificando, puede decirse que las reformas "normales" pueden ser bloqueadas por un partido que cuente con dos quintos de los senadores y un tercio de los diputados; mientra que para las reformas "especiales" (principios básicos, monarquía, derechos fundamentales) basta un tercio de los diputados o senadores para bloquear la reforma. Los diputados y senadores del PP son por tanto más que suficientes para bloquear cualquier reforma constitucional. Así que no, no es posible una reforma sin sus votos.
Si eso es bueno o malo para el país es un sustancioso debate al que podrían haberse dedicado los tertulianos con más provecho.
Comentarios hasta el 26-12-09
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