Para empezar, el titular: "El capitalismo es un club privado con derecho de admisión" (con las comillas en el original). Uno pensaría que esa es la frase que resume lo que De Soto tiene que decir. Pues es casi lo contrario. Esa frase la presenta De Soto para explicar cómo ven al capitalismo los pobres del mundo. Pero no es su visión. Justamente lo que él lleva años proponiendo son modos de incorporar al capitalismo a los pobres, a través de sistemas fiables de derecho y propiedad privada que les den seguridad, les permitan utilizar sus propiedades para obtener préstamos...
Para continuar, el texto resulta de muy difícil lectura porque es casi imposible distinguir entre lo que es reproducción de las ideas del propio De Soto y las que de Estefanía.
Por ejemplo, en este párrafo, ¿qué es lo que dice Estefanía y qué es lo que dice De Soto?:
"Fuera de Occidente, quienes abogan por el capitalismo están intelectualmente en retirada. Influyentes hace poco más de una década, hoy son vistos cada vez más como apologistas de las miserias e injusticias que aún afectan a la mayoría de los ciudadanos. Los promotores del capitalismo, todavía arrogantes y embriagados por su victoria sobre el comunismo, no han comprendido que sus reformas macroeconómicas no bastan. Tales reformas han sido implantadas con la pretensión de que la población de los países del Tercer Mundo y los ex comunistas ya está integrada en el sistema legal y que todos en ellos tienen la misma capacidad para usar los recursos en un mercado abierto. 'Y no la tienen'."
Pero lo peor de todo es que, a pesar de que el propio De Soto respondió a sus intentos de etiquetado diciendo que "pretende que se le juzgue por lo que hace y dice, y no por las etiquetas previas de las que llega adornado" y que "las valoraciones apriorísticas conducen a la esterilidad intelectual", Estefanía no puede resistir a la tentación. Así que en su presentación dice: "Acudía este economista peruano ... como ganador del último Premio Milton Friedman para el Avance de la Libertad, concedido por el Instituto Cato, de Estados Unidos. Ya se sabe que Friedman es, para los neoliberales, el profeta de Dios en la tierra, y el Instituto Cato, uno de los think tanks (laboratorios de ideas) más cercano a los neoconservadores que hoy brillan en el equipo de George W. Bush y que han teorizado las páginas más negras de la intervención en Irak, la guerra preventiva y el concepto de EE UU como imperio." Luego añade que también le aprecia Bill Clinton y que el propio De Soto dice que le han dado premios gentes de todas las orientaciones.
Pero la mierda (con perdón) ya está echada. Antes de que el lector juzgue por sí mismo vamos a etiquetar bien etiquetado a este señor, que debe ser no sólo neoliberal, que ya es ser malo, sino también neoconservador, o sea defensor de la invasión de Irak y de sus "páginas negras". Lástima que en su entusiasmo por echarle basura encima al pobre De Soto, que me imagino que no habrá dicho en su vida nada en favor de la invasión de Irak, a Estefanía se le vaya ligeramente la mano y se arme un lío. Resulta que los del Cato Institute son liberales, sí, o más bien libertarios, y por esa razón bastante alejados de los neoconservadores, de manera que ellos no han teorizado ni mucho ni poco en favor de la invasión de Irak, sino que se han posicionado claramente contra ella.
Ya lo decía Estefanía al comienzo del artículo, retratándose: "Nunca ha tenido suerte Hernando de Soto en España."
Comentarios hasta el 26-12-09
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar. Si quieres que otros lectores puedan debatir contigo, por favor, no firmes como "Anónimo" a secas. Usa la opción "Nombre/URL" e invéntate un nombre, aunque sea "Anónimo33", "ABC" o "123", para que podamos dirigirnos a ti, y tus comentarios no se confundan con los de otras personas.
Los comentarios de las entradas menos recientes son revisados por mí y no se publican inmediatamente.