16 de julio de 2004

Un caso dudoso

Hoy propongo un caso de malaprensa menos rotundo de lo habitual. Normalmente me quejo de que los periodistas reproducen sin más contemplaciones notas de prensa exageradas, distorsionadas o directamente disparatadas, provenientes de instituciones varias. En el caso de hoy, en cambio, el error es algo más sutil.

Se trata de la noticia de El País con el titular siguiente: El Gobierno calcula que el déficit comercial exterior restará un punto al PIB este año. Para empezar, es loable que por una vez el titular, correctamente, no convierta el cálculo de alguien en "dato", sino que señale claramente que de lo que informa es de una estimación de una fuente concreta. Ello ya introduce un cierto factor de incertidumbre en la información.

Con todo, el argumento que sostiene el anuncio del gobierno me parece claramente falaz: "El secretario general de Comercio Exterior, Alfredo Bonet, explicó ayer que el déficit comercial exterior restará un punto al crecimiento de la economía española este año. España importa mucho más de lo que vende en el extranjero y la tendencia se mantendrá, según el Gobierno. A finales de año, las importaciones habrán aumentado un 7,5%, mientras que las exportaciones crecerán un 5%, o medio punto más como máximo. La previsión de crecimiento del PIB para este año es del 3%, pero sería del 4% si los intercambios comerciales no registrasen saldo negativo."

Falso, falso, no es: si compráramos menos fuera o vendiéramos más al extranjero, la economía crecería más. Pues sí. ¿Pero qué significa eso? Los comportamientos económicos no son arbitrarios. Si vendemos menos fuera será porque no producimos bienes competitivos, o no los sabemos comercializar; si compramos más en el extranjero será porque los productos de otros países tienen mejores precios, calidades, o marketing... Es decir, que compramos o vendemos fuera porque la economía española es como es, con sus defectos y virtudes. El déficit externo no es un factor exógeno, como el precio del petróleo, o el cambio euro-dólar. Es un resultado final de todas las características de nuestra economía.

Lo que ha dicho el Secretario General de Comercio Exterior es, entonces, con todos los respetos, una pequeña bobada. Es como si yo dijera: si vinieran 3 millones más de turistas a España, nuestro PIB crecería 0,5 puntos. Pues muy bien. Y otro puede decir: si aumentara la tasa de actividad un 5% nuestro PIB crecería un 3%. Pues estupendo. Son obviedades. O así me lo parecen.

Comentarios hasta el 26-12-09

Tienes mucha razón. En realidad, hablar de "economía española" no deja de ser una personificación. No hay tal cosa, sino una multitud de agentes individuales o corporativos tomando decisiones basándose en las informaciones más diversas y partiendo, también, de las capacidades más diversas. No hay una economía española (ni americana, ni sueca) y no se puede dirigir, al menos no como se deduce de las palabras del Secretario General, las cuales traslucen un entendimiento bastante tradicional (a dos pasos de promover la substitución de importaciones o el estímulo público de las exportaciones).

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