Viernes ligero... o no tanto

Me gusta recuperar la tradición de los viernes de temas ligeros. Por ejemplo, hoy me entero, gracias a Josema V., de que el cantante británico James Blunt, ha estado en Madrid presentando su disco, según cuenta Elmundo.es. A Josema le ha llamado la atención este párrafo:

Entregados y con aplausos reaccionaron los seguidores de este ex capitán del ejército, algo tímido, y que terminada la guerra de Bosnia, donde llegó a comandar un batallón de 30.000 hombres, decidió dedicarse a la música.[negrita en el original]

Sigue Josema, que me da todo el trabajo hecho:

Me llamó mucho la atención la frase en negrita. La cosa no parece muy difícil de comprobar, pues se mira su biografía y punto. Y eso es lo que he hecho.

En la página oficial del ex-capitán (que tontería de juego de palabras), no da la impresión que el muchacho tuviera mucha responsabilidad. En la segunda página encontrada buscando su biografía, se menciona que formaba parte de una unidad, y que era oficial de reconocimiento, ¡¡¡pero nada de nada de 30.000 hombres!!! Sí se habla de los 30.000 soldados en esta otra página en español.

Y en la página del Museo del Ejército británico se cifra la presencia británica en Kosovo en 4.000 soldados. Aunque no dice si fue el máximo numero de soldados que se envió, si es la mayor cifra que he encontrado, y dista bastante de 30.000.

Poco que añadir, excepto según Wikipedia, en el ejército británico un batallón está compuesto por cinco compañías, cada una de unos 100 soldados. Al mando del batallón hay siempre un teniente coronel, con un mayor como segundo. A su vez, cada compañía está bajo el mando normalmente de un mayor, con un capitán como segundo.

En resumen: que parece que el Reino Unido nunca tuvo 30.000 hombres en Kosovo; que un batallón tiene mucho menos de 30.000 hombres (más bien menos de 1.000); y que un capitán nunca dirigiría un batallón, sino que más bien sería el segundo oficial de una compañía (de unos 100 hombres).

Ya sé, ya sé, el chico que escribe de música en Elmundo.es no tiene por qué saber todo esto. Así que él no es quizá directamente el culpable. Pero alguien en algún momento ha metido este dato claramente erróneo en la cadena informativa. No tengo ni idea sobre quién ha sido, ni puedo dedicarme a averiguarlo.

Pero esta cuestión anecdótica me refuerza en mi impresión de que la malaprensa nos acecha por doquier, y que las secciones de política, sociedad y economía, que suelen aparecer aquí prominentemente no son ni mucho menos las únicas en las que nos están contando las cosas mal muy a menudo. Ya saben, lo de la punta del icerberg.