Errores y chapuzas de la prensa española: números equivocados, gráficos incorrectos, fallos lógicos, conceptos erróneos, mala interpretación de estadísticas o datos científicos...
31 de diciembre de 2004
Feliz 2005
Deterioro, ¿qué deterioro?
Casi todos los titulares hablan de que el informa detecta un "deterioro", aunque leyendo con cuidado las noticias, no parece claro si esa palabra procede del informe, o es más bien una expresión pronunciada por el secretario general de sanidad, Fernando Lamata, que naturalmente es un cargo político, y que en la misma rueda de prensa acusó al gobierno anterior de ser el responsable del deterioro.
Lo extraño es que en las noticias que he leído la principal evidencia sobre el "deterioro" aparece enterrada tras muchos párrafos (o no aparece, como en el ABC), y consiste en que las encuestas a los usuarios muestran una cierta caída de la puntuación recibida por el sistema (de medio punto sobre 10, aproximadamente).
En cambio, se citan repetidamente como evidencias del deterioro dos datos absolutamente discutibles como indicio de tal cosa. Uno es el aumento del gasto farmacéutico, que puede ser un problema grave para el sistema, y puede ser consecuencia de muchos factores (envejecimiento de la poblacion, entre otros), pero es extraño entender que indique un deterioro.
El otro, más curioso todavía, es el hecho de que la proporción del gasto en relación al PIB haya permanecido constante en los últimos años (en torno al 5,4% del PIB), que se compara desfavorablemente con los países de nuestro entorno, en los que el gasto sanitario ha crecido en relación al PIB en periodos comparables.
Da la casualidad de que en el periodo reseñado (1997-2003) el PIB español ha crecido más que el de los países del entorno europeo. Así, la "congelación" del gasto en España (expresión del ABC), es en realidad un aumento considerable, que bien pudiera ser que fuera mayor del producido en Alemania, donde el gasto sanitario ha pasado del 8 al 8,6 por ciento. Pero además no sabía yo que los resultados de un sistema sanitario se midieran por cuánto se gasta en él.
El gasto es una cosa y los resultados otra. Como en ciertos servicios públicos es tan difícil medir los resultados, a veces se usa el gasto como indicador aproximado del esfuerzo realizado en una materia en diferentes países. Pero de ahí a equiparar evolución del gasto con evolución de los resultados, hay un gran salto. ¿Se imaginan ustedes a un ama de casa que dijera: "estoy encantada porque en mi casa cada vez gastamos más en ropa"? ¿O a un empresario que dijera: "la empresa va muy bien porque nuestros gastos de producción crecen todos los años"? Como que no, ¿verdad? Pues no se ve por qué el estado tiene que aplicar esa lógica.
Es curioso que en este tipo de cosas se habla siempre de gastar más, como si eso fuera signo de cambio positivo. Si estuviéramos en otra escala el razonamiento sería ¿por qué tenemos que gastar tanto? ¿por qué estamos tan mal? ¿qué podríamos hacer para no tener ese problema y gastar menos?. |
Existe una horrible lógica económica sobre gasto y placer. |
30 de diciembre de 2004
Políticamente incorrecta
El disparate es doble. Por un lado se toman los datos ofrecidos por una sola organización como representativos de todas las ventas del autoproclamado "comercio justo", cuando es obvio que hay otras organizaciones que se dedican también a ese tipo de comercio. No parece que sea un error accidental de El Mundo, sino que seguramente viene inspirado por los textos de Intermón, ya que hace unos días una entrevista a su director, Ignasi Carreras, en Canal+, dio lugar a una carta de protesta de A Cova da Terra, otra entidad que dice tener entre sus actividades el "comercio justo", que se quejaba de que, preguntado sobre donde se podían comprar productos de "comercio justo" había dirigido a los espectadores en exclusiva a sus propias tiendas, y no había mencionado que existieran tiendas de otras organizaciones (hay de hecho una Coordinadora Estatal, que incluye, por cierto, alguna que defiende las excelencias del sistema cubano: eso sí que es justicia, y lo demás son tonterías).
Pero hay un segundo disparate. Aún si la noticia recogiera los datos de todas las tiendas de España dedicadas a esa peculiar modalidad del comercio, el titular seguiría siendo del todo inapropiado. Porque una cosa es que con fines propagandistícos todas estas organizaciones hayan decidido llamar al tipo de comercio que practican "comercio justo", acusando implícitamente a todos los demás de cometer alguna clase de injusticia con su comercio, y creando una especie de presunción de culpabilidad sobre todo el comercio realizado por canales comerciales ordinarios y por grandes empresas. Y otra cosa es que un periódico acepte acríticamente esa denominación, sin poner unas comillas o cualificarla, como si el único comercio justo que se practica sea el que hacen estas organizaciones.
Bien al contrario, en principio, hay que presumir, salvo prueba en contrario, que todo comercio es justo, pues se basa en la interacción voluntaria de dos partes, comprador y vendedor. Es obvio que si el poder de negociación de esas dos partes es extremadamente desigual se puede producir una posición de abuso de la más fuerte, que podría dar lugar a situaciones moralmente repugnantes de explotación. Aunque claro, lo que nos parece explotación a los occidentales, puede que no se lo parezca a los habitantes de países más pobres (véase al respecto este artículo de Johan Norberg sobre las fábricas de Nike en Vietnam).
En definitiva, "comercio justo" es una expresión propagandística como la sería, no sé, "coches fiables", usada por un fabricante. Ningún periódico se atrevería a titular "aumenta el 20% la venta de coches fiables" para referirse a la evolución de las ventas de una marca en particular. Pues igualmente tendencioso y engañoso es usar comercio justo, sin comillas ni cualificaciones, para referirse a las ventas de una, o incluso de todas, las organizaciones que usan esa "denominación comercial".
Comentarios hasta el 27-12-09
Perdonad que me autocomente. Es que al ir a cerrar la ventana donde tenía la noticia he caido en que la foto que acompañaba a la noticia (una mujer de aspecto indígena sudamericano, manejando unas telas) llevaba este estupendo pie: "Ana Loja es una de las 40 mujeres que hacen sombreros justos en Panamá." |
Propongo que en el próximo Informe PISA se pida a los niños que analicen y comenten los siguientes conceptos: |
Si una empresa cualquiera, me refiero a una empresa capitalista (o cooperativista o sociedad civil o sociedad limitada) de las de toda la vida se autoapropiara de un término genérico se echaría todo el mundo encima (las demás empresas y las autoridades que velan por las reglas del buen comercio, las administraciones que velan por patentes, nombres registrados, etc.) y tutti quanti porque no se puede utilizar en beneficio propio o uso exclusivo una categoría común. |
Josu. Creo que lo del "sombrero justo" deberías ponerlo en el cuerpo del post de hoy. Es una prueba más palmaria todavía de lo acríticos (y panolis) que llegan a ser nuestros periodistas. |
Primero, se puede discutir si la terminología "comercio justo" es apropiada o no, de acuerdo, pero no es menos cierto de que cuando se habla de "comercio justo" todo el mundo sabe a lo que nos referimos. Igual que cuando se habla del Partido Popular que de popular tiene poco ahora mismo, el Partido Socialista, que de socialista tampoco tiene mucho, o Izquierda Unida, que de unida tiene poco. Pues lo mismo. |
(continuación) Es como ´si tengo tres tíos: tío Justo, tío Manolo, tío Pepe, y me pongo a explicar que tío Manolo y tío Pepe también son justos, lo cual no viene a cuento. Pues claro que es obvio que por no llamarse Justo pueden ser justos. Entrar en explicaciones de por qué también lo son no es más que indicio de que precisamente admito una falta de justicia en ellos y es necesaria un sobre-explicación sobre su criterio, carácter etc, justo. Lo mismo ha hecho alguno al pretender justificar, nunca mejor dicho, el comercio convencional como si por no llamarse "justo", una cuestión puramente nominal, necesitase una defensa de su legitimidad. ¿O sí? |
Inyurfeis, |
Quizás me equivoque, pero creo recordar que estas tiendas antes se autodenominaban de "comercio justo y solidario". Imagino que alguien vió que estos dos términos son contrarios (o se es justo o se es solidario), pero creo que solidario (con quien sea y como sea) sería un nombre más ajustado y que, efectivamente, no significaría una crítica encubierta al comercio tradicional (que no tiene que buscar la solidaridad). Imagino que por ello mismo se prefirió el término justo y cayó el solidario. |
Si non e vero e ben trovatto (perdón por mi mala ortografía italiana): me parece muy sugerente la contraposición justo-solidario; y efectivamente, creo que sería más apropiado hablar de "comercio solidario" como rasgo distintivo, que de "comercio justo". |
El titular sin duda esta mal redactado y tiende a ser ambiguo e impreciso (si como parece ni siquiera entrecomillaba), pero no parece que sea intención del periodista hacer el juicio de valor que se critica, en todo caso ese juicio de valor lo hace la iniciativa en cuestión al elegir su nombre. |
Hola. Soy periodista mexicano y acabo de toparme con esta nota sobre el comercio justo. Con este comentario no pretendo ni mucho menos justificar una nota tan imprecisa como la que reportan, sino aclarar un par de puntos sobre el comercio justo. |
Pues nada, que siga Nestlé pagando hoy en día menos por un kg. de café que hace 30 años a más de 100 millones de familias. De mientras, discutamos nosotros si es legítimo o no llamarlo Comercio Justo. |
>>>>El “comercio justo”, por el contrario, se contrapone a aquel comercio en torno de bienes producidos por trabajadores en jornadas de más de diez o doce horas diarias (el estándar que Nike exige a sus maquiladoras es de 60 horas a la semana),... |
28 de diciembre de 2004
El tren volador
Pero los periódicos no tienen que poner una foto no informativa para acompañar una noticia. Se supone que el espacio en los periódicos es escaso, y que las fotos sólo deberían aparecer si aportan alguna información. Sin embargo aparecen. Quizá alguien que trabaje en un periódico nos puede explicar este extraño fenómeno. ¿Sobrecarga de la gente de archivo? ¿Escasez de cosas que contar? Una vez más, ¿pereza?
Veamos un caso. Desconozco si esta foto apareció también en la edición en papel de La Vanguardia del viernes 24 de diciembre, o si sólo lo hace en la edición en Internet. La noticia era la aprobación por el gobierno del (borrador del) nuevo Plan de Infraestructuras. He aquí la ilustración, carente de todo interés:
Pero atención, ahí no acaba la cosa. No contentos con publicar una foto inútil, totalmente arbitraria y para nada informativa, deciden que es conveniente acompañarla de un pie de foto, lo que en esos casos es de nuevo completamente inútil e innecesario, ya que saber, por ejemplo, en qué parte exacta de la geografía española o catalana está tomada la foto carece de todo interés, cuando la foto es un pegote. Pues ahí tienen el pie de foto, que redondea la faena: "Un tramo de la vía del tren de alta velocidad desde la cabina del convoy".
¡¡¡Volare, e-o, cantare, uooooo!!!
Como siempre, Malaprensa vuelve a abrirnos nuevos horizontes de la chapuza periodística. Enhorabuena. |
Efectivamente. No hay mensaje subliminal sino error. |
Pero es que además no consigo entender cómo han hecho la foto, no se aprecia por qué vía va el tren y parece que la perspectiva no es la que se conseguiría desde una cabina. Miedo me da, con lo que yo utilizo el AVE. |
Salvatierra, yo creo que la foto está hecha desde un puente sobre la vía de tren. |
28 de diciembre
Esta mañana en una radio la inocentada era que el gobierno, para promover el interés en el referéndum del 20-F, dará desgravaciones fiscales a quienes sean capaces de recitar de memoria los sopotrocientos artículos de la Constitución Europea. A ver si mañana algún periódico lo publica. ¿O quizá los 29 de diciembres los periódicos ponen en marcha su "ojo avizor" que tienen el resto del año dormido? Sería una interesante prueba de que si quieren, pueden ejercer el sentido común.
Mientras tanto, sigamos a lo nuestro. Voy repasando la prensa atrasada de estos días de asueto y me encuentro este titular, entre divertido y macabro, del ABC del domingo 26, a cuyo redactor se le ha ido la mano en el deseo de elogiar la entrega del Santo Padre: "Juan Pablo II agotó sus escasas energías para felicitar la Navidad al mundo en 62 idiomas". Digo yo que si alguien "agota sus escasas energías" es que ya no le quedan más, ergo, fallece. Pero no era eso lo que quería decir el redactor, claro, o ustedes ya se habrían enterado. En fin, un traspiés menor, supongo derivado del titular opinativo y metafórico.
23 de diciembre de 2004
Así hago yo también estudios "sientíficos" (hip)
Ya saben que alcohol+conducción=accidente. Pero como la gente es dura de mollera (no hay más que ver los datos de la semana pasada, que mostraban que aún anunciándose una gran campaña de controles, el 2 ó 3% de los conductores fueron pillados con más alcohol del debido), alguno piensan que un atajo para convencerles es montar pseudo-estudios y contárselos a los periódicos.
Y estos, angelitos, pues qué van a hacer, más que repetir lo que les dicen las "autoridades". Así que por ejemplo, El Periódico de Aragón nos cuenta, bajo el título "Un poco de vino basta", que "Una prueba con 10 conductores demuestra que incluso una cantidad mínima de alcohol aumenta el riesgo de accidente. Cada copa de más duplica los errores".
La intención es buena, pero ni las buenas intenciones justifican patochadas así. Con 10 conductores no se puede "demostrar" nada. Ilustrar, mostrar, observar, ejemplificar... vale, pero demostrar, no.
Tampoco se ve muy claro el proceso lógico de este párrafo:
Un simple vaso de vino o una copa provocó que el número de fallos de las pruebas se duplicara. Con dos copas se multiplicó por tres, y con cuatro hubo hasta siete veces más fallos. Traducido en el riesgo de sufrir un accidente, con cero copas, la probabilidad es del 3%, con una sola sube al 9%, y con cuatro, al 17%.
¿Qué quiere decir que con cero copas la probabilidad es del 3%? ¿El tres por ciento de las personas que cogen un coche sufre un accidente? ¿El tres por ciento de los que recorren un determinado número de kilómetros? ¿Cuántos? ¿Cómo se ha calculado esa progresión de probabilidades? ¿Con el estudio de diez conductores? ¿Con algún otro estudio? ¿Sin estudio ninguno, a boleo? Misterios sin respuesta.
Leí la noticia en otro medio; era un estudio de laboratorio, con los tipos en un circuito y citaban sus declaraciones al respecto de qué harían si estuvieran así en una situación real ..... ¡inenarrable!. Una pamema total. |
Es muy frecuente el no dar el marco adecuado a la cifra que se da, sobre todo cuando lo que se citan son tantos por ciento. En fin, hay que ver que dureza de mollera. |
un poco aparte de este 'particular' estudio, es la fijacion sobre el alcohol , y el no hablar del mal diseño de ciertas carreteras. |
Malditas prisas... y maldita falta de sentido común
Las erratas no son, en principio, material para Malaprensa. Pero las erratas en titulares, repetidas en subtítulos, y diciendo auténticos disparates muestran un descuido y falta de profesionalidad extraordinarios por parte del redactor del titular, y de sus supervisores.
Así que creo que podemos deleitarnos y carcajearnos a gusto con este titular de La Razón del 22 de diciembre: Sobrevive el bebé más pequeño del mundo, que pesó 37 gramos al nacer. Sólo hay que leer el primer párrafo de la noticia para enterarse de que en realidad pesó 243,8 gramos, 37 menos que el anterior récord registrado.
Pregunta habitual: ¿nadie revisa lo que publican los periódicos?
He visto el titular en más medios, en un pie de foto de Periodista Digital por ejemplo, y estaba firmado Agencias. Corta y pega, aunque en este caso tuvieron que cortar y pegar poco ¡37 gramos!. |
¿Sobrevivirá en esos menesteres el redactor del titulo que dedicó el tiempo más breve del mundo -seguro que rebajó la marca anterior en al menos 37 nanosegundos- a considerar la veracidad del titulo que estaba aplicando? |
22 de diciembre de 2004
Burradas de entrevistado
Hoy presento una situación hasta ahora no contemplada ni discutida en Malaprensa ¿qué pasa si un entrevistado dice una auténtica burrada, un error fáctico de gran calibre? No sé lo que se contará en las facultades de periodismo o en los libros de estilo, pero si la regla es que "lo que dice el entrevistado se reproduce sin comentario alguno" estaríamos ante una deontología un poco rara, ¿no?
Esto viene a cuento de este texto en El País del miércoles 22 de diciembre, "La tecnología básica soluciona las primeras necesidades de los países pobres", donde se cuela esta perla, en boca de uno de los entrevistados:
Ten en cuenta que para fabricar un único chip se usan 80 toneladas de agua que queda contaminada.
Ochenta toneladas por chip le parecen muchas a Salvatierra de Barros. No he encontrado a la primera en Google respuestas a la cuestión, pero algunas pistas hay de que el dato es seguramente erróneo. Por ejemplo, en Barrapunto se habla de 1.500 kg de agua para producir un PC (entero); en Alasbarricadas.org (en un texto dedicado precisamente a alertar de los peligros ambientales de los ordenadores) se habla de 10.000 litros de agua por chip. Se podrían buscar más, pero todo parece indicar que al entrevistado le ha fallado la memoria (o al entrevistador las notas que ha tomado).
Sigo dudando sobre lo que es correcto ante esta situación. ¿Alguna opinión?
Buscando por "water use in chip manufacturing"encuentro lo siguiente: |
Aldeano. Buena búsqueda. Yo estuve un tiempo ensayando palabras clave y no llegué a esa referencia. No todo es "googlear"; también hay que saber buscar. |
Hola yo estudio ingenieria electronica y he estado en fabricas de chips. |
Estoy de acuerdo con Mario. En los artículos donde aparece el término "contaminación" no se suele aclarar el tipo, la cantidad ni la dispersión de la contaminación. He estudiado la preparación de materiales semiconductores en transistores y las cantidades de contaminantes utilizadas son ínfimas (partes por millón), así no me preocuparía demasiado por este asunto. |
21 de diciembre de 2004
Testigos de cargo... del mal periodismo
Este es el impresionante primer párrafo:
Vienen de lugares remotos abandonados de la mano de Dios y perjudicadas por la del hombre. Son testigos de cargo de los efectos que causa el cambio climático en sus vidas. Estaban en la Cumbre del Clima para suplicar a los países ricos que pongan freno al desenfreno, a las plagas, a las sequías, a las lluvias torrenciales... a todos los males que han comenzado a padecer por causa ajenaQue todos los expertos digan que la conexión entre eventos particulares y el cambio climático es complicadísima, y prácticamente indemostrable y que sequías, plagas y lluvias torrenciales las haya habido toda la vida de Dios no le impide al periodista presentarnos como datos ciertos que hay personas y comunidades humanas que son ya, objetivamente, cuantificables como víctimas de catástrofes que no se hubieran producido sin el cambio climático. Menos mal que es el ABC, el periódico conservador pro-capitalista y pro-americano (más o menos).
En la edición impresa el artículo es más largo, una página entera y una columna en la siguiente. Pero ¿para qué más de lo mismo?. Lo que no destaca el periodista, aunque lo mencionan los "testigos de cargo" es que ellos mismos ligan sus problemas con su (no) desarrollo. Aunque ni unos ni otros entran (o al menos no lo recoge la prensa) en el asunto crucial de cómo desarrollar esos países para que las catástrofes y problemas naturales sean menos problema (como en Florida o California por ejemplo, digo yo). |
Es que lo del cambio climático ya se ha convertido en obsesión. O, mejor dicho, en la última moda. Y, como tal, de lo que más vende en titulares... aunque debajo de ellos (de los titulares, a menudo impactantes) sólo se lean chorradas tras chorradas. |
20 de diciembre de 2004
Mal me huele, mal me huele
Un estudio original, y bonito. Quizá difícil de hacer mejor (dudoso), pero desde luego mal contado en El Periódico, que hoy lunes 20 de diciembre dice que Dos de cada diez catalanes tienen problemas de olfato.
Titular categórico no justificado. Porque el estudio se hizo distribuyendo un tríptico con El Periódico de Cataluña impregnado con olores y pidiendo a los lectores de ese periódico que contestaran a una encuesta sobre lo que olían. Por lo tanto, estamos ante muestra auto-seleccionada, que siempre acarrea problemas de representatividad. Los más atraídos por el tema habrán respondido en mayor medida. Probablemente eso introduce sesgos favorables a un buen sentido del olfato. Con lo cual las conclusiones resultan cuando menos dudosas.
Pero además, el texto dice que "un 17% de la población catalana, casi dos de cada 10 ciudadanos, sufre una pérdida parcial del sentido del olfato", y luego, en cambio se dice que "aunque un 75% de los encuestados captó los olores propuestos, sólo un 40% pudo identificarlos todos." Y no se explica muy bien la diferencia entre ese 25% que no captó alguno de los olores propuestos (supongo que dijo "no huelo nada") y el 17% que sufre "pérdida parcial del sentido del olfato". En fin, habría que ver la fuente original, pero una vez más parece que alguien (no está claro si el periodista o el científico) ha sacado conclusiones no justificadas por los datos.
17 de diciembre de 2004
¿A alguien le importa?
La cifra se atribuye a la ministra Salgado, en una rueda de prensa, pero la nota del ministerio no la refleja. Así que es posible que la ministra lo dijera de viva voz, citando de memoria, o leyera una chuleta en inglés, y le bailara lo del billion inglés (mil millones, el "millardo" que no acaba de arraigar en español) al billón español (millón de millones). Y así lo recogió sin pensarlo alguien que estuvo por allí, supongo que de una agencia de prensa.
Y aún más asombroso es que semejante disparate haya pasado desapercibido al redactor de la noticia, al que escogió el titular, y al jefe de sección en el ABC.
Y en La Nueva España.
Y en La Voz de Galicia.
Y en Xornal.com.
Y en el Diario de Avisos.
Y en el Diario de Córdoba.
Y en El Mundo.
Y en El Periódico.
Y en El Periódico Mediterráneo.
¿Por cuántas personas ha pasado esta burrada en todos estos periódicos, sin ser detectada? Me imagino que todas ellas tendrán terminada la EGB, el bachillerato y hasta la carrera.
¿Le importa a alguien en estos medios dar un dato erróneo de este calibre? ¿Le importa a algún lector? No lo sé, pero con cosas como esta es para dudarlo.
Yo creo que se trata de un caso más de prejuicio que obnubila el entendimiento matemático (limitado éste, como sabemos). Cualquier burrada que se diga sobre lo perjudicial que es el tabaco se la tragan (hasta el último alveolo pulmonar) los periodistas. Cualquier cifra que vaya en la línea correcta del prejuicio del que viven tantos y tantos periodistas (y tantos y tantos políticos, y ciudadanos de a pie) se acepta sin pensar más en ella. |
Lamentablemente esto ocurre todos los días. Una idea tan simple como el orden de magnitud de las cifras parece estar reñida con el ejercicio del periodismo. Habrá que hacer una colecta para regalar "El hombre anumérico" de John Allen Paulos a todas las redacciones. |
Yo creo que es pura pereza para contrastar cifras. La capacidad está, pero en cuanto la cifra tiene demasiados ceros, parece que cuesta ponerse a dividir. Eso sí, hay que tener cuidado con copiar la cifra con exactitud, que con tanto cero uno se puede equivocar y luego nos acusan de poco rigurosos. Resultado: en todos la burrada reproducida con "la misma exactitud". |
Demasiados medios de difusión de noticias dan lugar a demasiados periodistas y demasiado no es bueno en nada. |
16 de diciembre de 2004
3 por 1
Veamos. Salvatierra de Barros me cuenta que El País del día 14 publica que "El estrés multiplica por cuatro el riesgo de asma en niños." No hay nada particularmente patoso en la noticia, excepto que se trata de un estudio hecho con los datos de 60 niños, lo cual quizá demandaría un titular más cauteloso, del tipo: "un estudio une el estrés y el asma en niños" o cosa parecida.
También Salvatierra de Barros me envía otro apunte de El País del mismo día: "Dormir poco aumenta el apetito". Otro titular rotundo, otro contenido bien débil: un estudio con 12 varones voluntarios entre 20 y 25 años, que durmieron sólo 4 horas por noche, durante el increíblemente largo periodo de 2 noches, y
experimentaron un descenso del 18% en la leptina, una hormona segregada por el tejido adiposo que dice al cerebro que no hace falta más comida, y un aumento del 28% en los niveles de grelina, una hormona que provoca la sensación de hambre.Cuestionarios realizados a los doce sujetos mostraban que efectivamente tenían más hambre que en los días anteriores, y especialmente "un aumento del deseo de dulces, como caramelos y galletas; comidas saladas, como patatas fritas y frutos secos, y alimentos harinosos, como pan y pasta. El deseo de fruta, verduras o productos lácteos aumentaba mucho menos."
No contentos con esto,
El equipo de la Universidad de Chicago se ha atrevido incluso a relacionar la falta de horas de sueño con la obesidad. Lo cierto es que los datos epidemiológicos parecen indicar que la reducción crónica de las horas de sueño y el aumento de casos de sobrepeso y obesidad son dos fenómenos que evolucionan en paralelo en las sociedades modernas desde hace algún tiempo.Sí, la palabra atrevimiento es seguramente adecuada. Las variables temporales son muy dadas a tener correlaciones, positivas o negativas, porque casi ningún fenómeno social es estático, así que es facilísimo encontrar fenómenos sociales que evolucionan en el mismo sentido a lo largo del tiempo, y por tanto correlacionan positivamente.
En los últimos 40 años, los adultos estadounidenses han reducido su tiempo medio de sueño en casi dos horas. En 1960 dormían una media de 8,5 horas diarias; en 2002 esa cifra se redujo a menos de siete horas por noche. Durante el mismo periodo, la proporción de adultos jóvenes que duermen menos de siete horas ha pasado del 15,6% al 37,1%. Ahora, sólo el 23,5% duerme al menos ocho horas por noche.
Con el peso ha ocurrido lo contrario. En 1960 sólo uno de cada cuatro adultos tenía sobrepeso y uno de cada nueve era obeso. Ahora, dos de cada tres adultos tienen sobrepeso y casi uno de cada tres es obeso. Aunque no está claro que estas dos tendencias estén unidas por un vínculo causal, existen diversos estudios en los que se muestra una relación entre dormir poco y una tendencia al sobrepeso.
Mejor aún, la propia noticia de El País informa de que personas muy cualificadas tienen dudas sobre el estudio:
¿Tanto costaría poner un titular que dijera: "Un estudio apunta a que dormir poco puede hacer aumentar el apetito"?A juicio de otros expertos, sin embargo, la relevancia del estudio de Van Cauter es cuestionable. Marià Alemany, profesor del Departamento de Nutrición de la Universidad de Barcelona, investiga desde hace años la relación entre las hormonas esteroidales y la obesidad en roedores. Según Alemany, el estudio se limita a describir los síntomas a que da lugar la falta de sueño en forma de alteraciones en los niveles de leptina y grelina, pero no explica el mecanismo que está detrás de ese aumento del apetito.
"La leptina y la grelina son protagonistas secundarios aquí. Su influencia sobre el apetito es despreciable. El descubrimiento de la leptina fue un boom y muchos apostaron por ella como solución para el problema de la obesidad, pero ahora ya nadie cree en ella. La grelina es la nueva esperanza, aunque tampoco se conseguirá ningún fármaco antiobesidad con ella", explica.
Seguimos. Iñaki Urteaga me señala que El Correo del 10 de diciembre publicaba que "Abusar del portátil reduce la fertilidad de los hombres jóvenes". ¿Qué tendrá que ver? Pues que
«Con frecuencia, esos aparatos se usan sobre las piernas y, además de producir calor local, hay que apretar las piernas, lo que atrapa el escroto» ... La experimentación, testada en 29 voluntarios de entre 21 y 35 años, revela que, en esas circunstancias, la temperatura aumenta dos grados.Esto es lo único que se ha estudiado: un aumento de dos grados de la temperatura del escroto, tras no se sabe cuánto tiempo de tener en sus cercanías un portátil. Por otro lado, "el aumento de la temperatura escrotal puede conllevar un daño en la calidad del esperma." Por lo que, concluye el estudio,
«Hasta que se realicen otros estudios que proporcionen más información sobre este tipo de exposición térmica, los adolescentes y los hombres jóvenes deberían limitar el uso de los ordenadores portátiles sobre las piernas, ya que el uso prolongado podría tener un efecto negativo sobre su salud reproductiva»O sea, que no hay ningún estudio que haya medido la posible relación entre uso del portátil y fertilidad. Ninguno.
La cosa es aún peor. Iñaki me manda un vínculo al resumen del estudio (en inglés) y resulta que el aumento de temperatura que se producía tras sesiones de 60 minutos era de 2,6 a 2,8 ºC usando el ordenador sobre las piernas, y de 2,1 ºC manteniendo la misma posición de tensión y presión sobre el escroto, sin sostener un ordenador portátil. Olé y olé y olé.
Interasante y sugerente el link de Iñaki. Efectivamente esta elevación de la temperatura del escroto se produce en adolescentes y hombres jóvenes y les puede afectar. Los mayores no debieron ser objeto de estudio o da igual si les afecta ¿no?. Pero yo me pregunto ¿cómo afectó a tantos estudiantes estudiar en una mesa camilla con brasero durante tantos años de escasa calefacción central?. |
Salvatierra. A lo mejor la mesa camilla con brasero es la causa del desplome de la tasa de natalidad en España desde 1976. Nunca lo había pensado, pero como hipótesis malacienciera no está nada mal. |
15 de diciembre de 2004
Uso partidario de encuestas (y van...)
Levante, el mercantil valenciano: "Un 82,51% de los ingenieros de canales apoya la construcción de trasvases".
La Verdad: "El 82% de los ingenieros de Caminos apuesta por los trasvases en el PHN"
Estos dos suman tranquilamente los datos de los que están solo a favor del trasvase y los que están a favor de las dos alternativas: trasvase y desaladoras.
Saludos
Carlos | Email | Homepage | 16.Dec.04 - 15:46 | #
14 de diciembre de 2004
¿Será porque son católicos?
La inmigración masiva no ha agravado la inseguridad ciudadana en Estados Unidos, sino que ha coincidido con un descenso de la delincuencia urbana.Fíjense que título, subtítulo y primera frase dicen cosas distintas. El primero parece indicar que la presencia de hispanos va asociada a más seguridad, el segundo, que la presencia hispana al menos no está asociada con un aumento de la delincuencia (¿por qué iba a estarlo?) y la tercera, que la inmigración, en general, ha coincidido con descensos de la delincuencia urbana.
¿Qué de todo eso es verdad? Pues parece que sobre todo lo tercero. Lo que sucede es que más de la mitad de los inmigrantes son hispanos, con lo cual, donde hay muchos inmigrantes hay también muchos hispanos.
Pero el artículo sigue amagando un rato con la relación seguridad-hispanos:
Ocho de las diez ciudades grandes más seguras -entre ellas, Nueva York, San José, San Francisco y El Paso- cuentan con poblaciones hispanas superiores a la media nacional, del 12,6%, y con porcentajes de inmigrantes de primera generación mayores que la media, del 11,7%.Aunque más adelante el propio artículo da la clave para entender todo esto: las ciudades con más hispanos son las que tienen más inmigrantes en general, son también las más dinámicas económicamente, las que tienen menos pobres y menos delincuencia.
Detroit, Washington, Baltimore o Memphis, las cuatro grandes ciudades de mayor inseguridad ciudadana, según el ranking, tienen en cambio poblaciones hispanas muy pequeñas. Las comunidades hispanas son inferiores al 7% y -con la excepción de Washington- los inmigrantes equivalen a menos del 5% de la población. En estas ciudades, la población afroamericana, que sigue siendo la más pobre de EE.UU., es muy elevada.
Mientras el crecimiento demográfico durante los últimos diez años en las ciudades seguras rebasa en muchos casos el 10%, ciudades peligrosas como Detroit y Baltimore sufren una fuerte despoblación con una pérdida de más del 7% de sus habitantes.Estamos entonces ante otra divertida correlación espuria. Tanto la delincuencia como la inmigración correlacionan (en sentido opuestos) con el desarrollo económico reciente. Quizá incluso haya cierta relación causal entre delincuencia e inmigración, pero en el sentido contrario al que parece sugerir el título (la gente se siente más atraída por ciudades que sabe seguras que por ciudades conflictivas como Baltimore o Detroit). La relación entre hispanos y seguridad es solamente una variante de la relación entre inmigración y seguridad, que a su vez es una relación indirecta, al estar ambas relacionadas con el desarrollo económico.
La explicación más obvia de estas tendencias es que la inmigración hispana se dirige principalmente a las zonas de mayor crecimiento económico, donde hay más generación de empleo, principalmente en el sur y sudoeste.
No hay nada especial en los hispanos que justifique un titular ni un texto así. Simplemente son la mayoría de los inmigrantes, que van donde hay trabajo y oportunidades, y esos lugares tienen menos delincuencia. Lo cual por cierto puede ser una información interesante para el debate español sobre inmigración. Pero casi se pierde en el barullo de la noticia de La Vanguardia. ¿Preferirán hacer "hispanismo" antes que "inmigrantismo"? Más bien sospecho que la torpeza del redactor le impide pensar con claridad.
Sólo un apunte. El titular debería ser: "¿Será porque son católicos?" ya que "porque" está actuando como conjunción causal, no con "qué" como pronombre interrogativo. |
Gracias, Montse. Un error imperdonable. Y corregido. |
13 de diciembre de 2004
Fast press
No tiene desperdicio esta noticia del ABC, aparentemente dedicada meramente a transcribir la correspondiente nota de prensa. Se refiere al Barómetro de Consumo que acaba de publicar la Fundación Eroski, con esta nota de presentación.
Si hay algo en lo que confían los españoles es en la calidad y seguridad de los alimentos, y eso a pesar de que el margen de confianza ha descendido de 7,29 a 7,26 puntos [de aquí en adelante, mis negritas].Le falta decir “en un año”. ¿Acaso cree el periodista que esa diferencia es significativa estadísticamente? Y si lo fuera, ¿merecería siquiera apuntarla? Simplemente repite lo que apunta la nota de prensa.
Ahora bien, poca credibilidad sigue mereciendo la comida ya lista para consumir, el «fast-food» y los alimentos transgénicos.En la encuesta quizá recoja una “credibilidad” baja el “fast-food”, pero en la realidad, no hay más que ver la cantidad de establecimientos de este tipo que cierran cada día. Vamos, que hace décadas que no veo un MacDonalds. Por otra parte, un poquito de contexto: no creo que nadie tenga consciencia de haber consumido alguna vez un alimento transgénico (casi no se venden en España) y, por otra parte, tienen una prensa malísima. Respecto a la “fast-food”, la gran mayoría de los entrevistados de 14 años o más no visita esos establecimientos, aparte de la mala prensa que tienen.
Por contra, son los naturales los que reciben mayor grado de apoyo, a pesar de que el mercado de productos ecológicos no logra consolidarse.Vaya, una dosis de realidad..., que debería llevar al periodista a preguntarse por la relación de las respuestas a esta encuesta con los comportamientos reales. “¿Alimentos ecológicos? Sí, sí, estupendos, me gustan, geniales. No, no los compro, son caros”.
Otra de los cambios apreciados tras el estudio es una mayor apuesta hacia las marcas «blancas» o de distribuidor, así como las más baratas. Ya sea bien porque la cultura del consumo está cambiando en nuestro país y cada vez son menos los que se esclavizan a las grandes marcas, o porque la necesidad de ahorro comienza a hurgar en los bolsillos y sobre todo teniendo en cuenta las fechas que se avecinan.Un párrafo delicioso. La primera afirmación puede ser cierta, pero, por una vez que incluye el periodista su propia interpretación la joroba: no sabía yo que fuéramos esclavos (voluntarios: “se esclavizan a”) de las grandes marcas. Además, lo de “las fechas que se avecinan” es de traca. ¿Acaso cree el periodista que la encuesta se hizo ayer? Pues no, el trabajo de campo es del verano (21 de junio a 9 de julio).
El estudio ofrece el perfil de un consumidor cada día más exigente, que se siente poco satisfecho con el mercado, autónomo e individualista (sólo confía en sí mismo o en las recomendaciones de su círculo de amigos a la hora de realizar una compra) y que, sin embargo, continúa siendo poco activo a la hora de denunciar: sólo el 17 por ciento de los ciudadanos ha formalizado una reclamación en los últimos doce meses. Un nivel paupérrimo de reclamación que puede tener su origen en el hecho de que la insatisfacción con la respuesta recibida tras efectuar las reclamaciones aumenta entre los consumidores.De nuevo un párrafo brillante. ¿Qué querrá decir “poco satisfecho con el mercado”? En la nota de prensa se dice: “poco compensado por lo que paga por productos y servicios” (téngase en cuenta que incluyen cosas como la vivienda). ¿Es lo mismo? Y eso de que “sólo confía en sí mismo...”, cómo se come. Ni siquiera la nota de prensa exagera tanto: “en quien más confía como fuente de información es en su círculo más cercano, está convencido de que quien mejor defiende sus intereses es él mismo”. También tiene traca lo relativo al “nivel paupérrimo de reclamación”. Aquí el culpable es la Fundación Eroski, son sus palabras. ¿Por qué habrían de ser más las reclamaciones? Por otra parte, la explicación del periodista no vale: las reclamaciones han aumentado ligeramente desde el año 2001, la satisfacción por la reclamación ha caído ligeramente. ¿En qué quedamos?
Lo dejo aquí. Menos mal que hay limitaciones de espacio y no ha podido recoger más exhaustivamente la nota de prensa. Qué sería de los periodistas de la sección de sociedad sin un barómetro que llevarse a la boca.